Mónica Farro le puso el cuerpo, literalmente, a un tratamiento estético que se pudo seguir en vivo en el programa Desayuno americano. Para mostrar el trabajo y la eficacia de los aparatos, la vedette uruguaya eligió ropa interior diminuta.

Todo seguía el curso esperado, con geles y electrodos, hasta que los integrantes del ciclo repararon en los tatuajes de la bailarina. Ahí se detuvo la cámara.

La voluptuosa rubia señaló primero una inscripción en el cintura que reza: "Sólo Dios puede juzgarme". Pero luego se animó a mostrar lo que se escribió en su tattoo número once: "Enjoy me" (disfrútame), justo arriba de la cola.

El escrito despertó las risas de los compañeros de mesa de Pamela David. Aunque, vale decirlo, más de uno quiso aplaudir.