El sufrimiento valió la pena. Debieron pasar 23 años de aquella épica definición ante Atlético Mineiro, para ganar (también por penales, en la Conmebol), un nuevo título. Y tres finales de esta misma Copa Argentina en el medio. Finalmente, en el cuarto intento, se le dio. Y en Arroyito se preparaban para vivir su noche más larga en mucho tiempo.




Rosario central se consagró campeón tras empatar con Gimnasia y Esgrima La Plata 1 a 1 e imponerse en la tanda de penales para desatar la locura auriazul en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Ahora, a jugar la Libertadores y la Supercopa ante Boca Juniors. Y a festejar fuerte un nuevo lauro para la institución.



La formación de Edgardo Bauza sufrió, como en casi todo el recorrido en este certamen. En los 90 minutos, igualó 1 a 1 y, en ciertos pasajes del segundo tiempo, fue superado. Perdió a Gil y Zampedri por lesión y acabó aguantando el empate, que lo llevó a un terreno donde parece sentirse seguro: los tiros desde los doce pasos. Y ahí, volvió a levantar la frente y a ganar con jerarquía

El primer gol del partido lo anotó Fernando Zampedri a los 19 minutos del primer tiempo luego de una serie de rebotes. El Toro, habilitado tras el centro de Parot, empujó el balón al fondo del arco casi en el área chica. A los 6’ del complemento, llegó el empate: le robaron la pelota a Gil en el mediocampo, Silva encabezó la contra y Faravelli la mandó al fondo con un toque de primera.

En los penales, Ledesma volvió a hacerse gigante: le detuvo el segundo a Guanini, antes había errado Silva y los ejecutores centralistas no fallaron. Caruzzo fue el encargado de bajarle el martillo a la final y de darle a Central el título tan esperado.



El partido

 

Zampedri y Camacho celebran el primer tanto.
Zampedri y Camacho celebran el primer tanto.



En un contexto de suma paridad, con un trámite chato y casi sin llegadas sobre los arcos, el Canalla le sacó provecho a una buena jugada colectiva que acabó con el centro del chileno Parot, la peinó Camacho y luego Zampedri terminó estampando el primero tras un embrollo en el área menor. Iban 19 minutos y Central se ponía 1 a 0.



A los 27 minutos, casi llega el segundo: otro centro de Parot, cabezazo de Zampedri en soledad a la entrada del área chica y el arquero Arias la mandó al córner por arriba. Del otro lado, Ledesma casi no transpiró.

Ya en el segundo acto, a los 5’, Comba llegó a la puerta del área y arrimó peligro: Ledesma contuvo sin dar rebote. A continuación, Ruben se filtró en el área y no encontró a ningún compañero con su centro atrás.



Pero a los 6’, llegó el empate: le robaron la pelota a Gil en el mediocampo, Silva encabezó la contra y Faravelli la mandó al fondo con un toque de primera. Tras el gol, el Lobo mejoró y se aprovechó de un Central nervioso. Tuvo dos ocasiones, pero Comba y Ayala definieron imprecisamente.

A los 25’, se tuvo que ir reemplazado Fernando Zampedri por un fuerte choque con Fabián Rinaudo. En lugar del atacante ingresó Germán Herrera.

A los 31’, Gimnasia coqueteó con el segundo pero Ledesma se hizo grande para sacarle un cabezazo a Silva y luego el rebote a Faravelli. En la réplica, Carrizo le metió un buen pase vertical a Ruben y este pateó desviado.

Los últimos minutos fueron de suma paridad, aunque el Lobo terminó dejando una mejor impresión. Ya en los penales, la historia empezó a torcerse pronto: Silva le erró al arco, a Guanini se lo atajó el gigante Ledesma y Ortigoza, Ruben, Parot y Caruzzo le dieron a Arroyito un nuevo título oficial.

Los hinchas, ni bien quedó decretado el título, iniciaron en Rosario el festejo en el Monumento. Y se espera una gran caravana de regreso desde Mendoza, desde donde el plantel volverá en algunas horas. Tras el aterrizaje en Fisherton, se aguarda una gran celebración para festejar el campeonato.

Definición por penales:

Central: Ortigoza (gol), Ruben (gol), Parot (gol), Caruzzo (gol).

Gimnasia: Silva (afuera), Guanini (atajó Ledesma), Hurtado (gol).