Sin dos de sus figuras, Lionel Messi y Carlos Tevez, Argentina goleó a su par boliviano por 5 a 0, con dos goles de Di María y tres de Agüero, en la previa de la Copa América. De la mano del volante Ángel Di María, la figura de la cancha, Argentina siempre fue màs que Bolivia y marcó mediante el ex Rosario Central (PT 25m. y ST 9m., de penal) y el delantero Sergio Agüero completó la goleada en tres ocasiones (PT 29m. y 31m.; ST 5m., el primero de penal) en el estadio Bicentenario que tuvo como árbitro al chileno Jorge Osorio.

El equipo de Gerardo Martino, a pesar de la lesión del arquero Sergio Romero en el final del primer tiempo, tuvo una noche ideal en la templada noche sanjuanina porque plasmó la idea de juego del entrenador (remarcada en los últimos entrenamientos) y porque principalmente encontró a un Di María renovado, lejos de las últimas imágenes con su equipo, Manchester United, en un fin de temporada que entre lesiones y decisiones del DT holandés Louis van Gaal lo dejaron varias veces fuera del equipo.

Di María, ovacionado y el más mimado por los sanjuaninos, fue el eje del conjunto albiceleste en ataque, especialmente con sus desbordes por el sector izquierdo (Edemir Rodríguez padeció más de una vez su talento), pero también tuvieron un gran partido los mediocampistas Éver Banega y Fernando Gago que recuperaron, presionaron y aportaron en ofensiva.

A eso se sumó Agüero, desequilibrante siempre, una pesadilla para la última línea boliviana que marcaba en zona, con cuatro defensores, ante el 4-3-3 argentino que, por momentos, pareció un 2-5-3 con los avances de Facundo Roncaglia y Marcos Rojo por las bandas.

Argentina, en un campo de juego impecable, salió con mucha decisión a jugarlo y en el primer tiempo le ocasionó al menos diez jugadas de peligro a Bolivia. El equipo del 'Tata' Martino avisó temprano porque al minuto Agüero sacudió el palo derecho, con un remate, tras una buena jugada entre Di María y Gago. Con presión en ataque, precisión en los pases y profundidad, Argentina hizo estragos en la defensa boliviana.

Entre los 10 y 25 minutos, el equipo albiceleste fue avasallante para Bolivia con un disparo de Agüero que pasó cerca del palo izquierdo (11m.), un cabezazo de Lavezzi por arriba del travesaño (18m.) y un remate cruzado (19m.).

A partir del tanto de Di María, Argentina no sólo que continuó con la presión sino que mejoró la producción futbolística con toques muy precisos y luego llegaron los goles del 'Kun': de penal, generado por la infracción de Sebastián Gamarra a Lavezzi, y el otro con un centro de Di María y una brillante definición.

En el inicio de la segunda etapa, ya con Nahuel Guzmán en el arco, Argentina no disminuyó su marcha y Bolivia, a pesar de las modificaciones en la defensa, no pudo contenerlo como en toda la noche. Así llegaron los tantos de Agüero (el tercero de su firma), que desairó a Leonel Morales antes de definir ante Quiñónez, y de Di María, de penal, luego de la mano del ingresado Miguel Hurtado ante una arremetida de Pastore.

A propósito del volante cordobés, su producción fue buena, pero no descollante como lo fue Di María, Banega o Agüero; el ex Huracán tuvo poco contacto con el balón.

Martino dispuso cuatro modificaciones a los 15m. del segundo tiempo para preservar futbolistas y para observar a otros, por ejemplo a Milton Casco y Erik Lamela, mientras un infatigable Di María dejaba surcos por las bandas, lo que le produjo una contractura en el gemelo izquierdo y dejaron con diez al equipo que ya había agotado los cambios.

En una noche casi perfecta de Argentina, aun sin Messi, Javier Mascherano (ambos flamantes campeones de la Liga de Campeones de Europa con Barcelona) y Carlos Tevez, y una jornada paupérrima de Bolivia, Martino habrá sacado sus conclusiones, pero quedó a la vista que sus dirigidos están obsesionados por ganar la Copa América (que no se obtiene desde 1993) y algunos de ellos, de inmejorable momento en las mejores ligas europeas, mantienen el rendimiento e incluso pueden incrementarlo.

Sobre el final, los sanjuaninos reprodujeron varios 'ole, ole' que fueron el indicio de una noche casi perfecta, para alegría de los 18 mil espectadores que vieron cómo un equipo de estrellas iluminó el cielo con buen fútbol y goles.