En octubre, Raúl Broglia cumplirá un año como presidente de Rosario Central. Luego de la cuarta victoria consecutiva en clásicos, el titular canalla mostró su alegría y confesó que junto a sus compañeros de comisión directiva ya planean en la extensión de los vínculos de Eduardo Coudet y sobre todo de Marco Ruben, cuyo préstamo vence a fin de año.

En diálogo con el programa A Diario, que conduce Alberto Lotuf en Radio 2, Broglia confió que ya piensa en posibles formas de conservar al goleador del torneo cuando venza el préstamo: “Sabemos que es un monto muy grande, son 6 millones de dólares, pero tenemos mil ideas para retenerlo”, dijo. Y agregó: “De lo que estoy seguro es que Ruben ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo, que es Central”.

Consultado sobre el muy buen trabajo de Eduardo Coudet, el mandamás del club de Arroyito recordó: “Hace varios años, cuando estábamos militando, lo fuimos a buscar para ser mánager y él nos planteó que se estaba preparando para ser entrenador de Central”.

Y luego contó: “La noche de la decisión dormí sentado, porque no sabía lo que podía pasar si nos iba mal. Pero tomamos el riesgo y está demostrado que no nos equivocamos”.

Broglia manifestó que planea firmar un nuevo contrato con el Chacho, pero no quiere condicionar al DT: “No sé si hasta el final de nuestro mandato porque no sé si él estará dispuesto a eso, pero ya en algún momento nos pondremos a discutir sobre la renovación; hoy es lo que menos le interesa al Chacho”.

“Un mal momento”

El presidente canalla dio detalles del intento de agresión que sufrieron el domingo en cancha de Newell's luego del clásico: “No fue tan grave, como en todos estos casos hay algunos energúmenos que le hicieron pasar también un mal momento a los dirigentes de Newell's, que estaban al lado nuestro”.

Y añadió: “Lo que más me molestó a mí es el momento en que tiraron los gases lacrimógenos, me sentí mal, me dieron ganas de vomitar, pero no pasó de eso. La alegría era tan grande que lo superaba todo”.

“Los centralistas somos demasiados optimistas siempre, cada vez que empieza un campeonato pensamos que vamos a salir campeón. Lo que pasa es que uno tiene que lograr una maduración como dirigente y tiene que controlar esas emociones”, expresó sobre la campaña que viene realizando el primer equipo.

A continuación, Broglia hizo un breve balance de estos primeros nueve meses de gestión: “Una de las cosas que siempre escuché que sin plata no se puede ser presidente de un club, pero nosotros hemos demostrado que sin plata hemos hecho y mejorado un montón de cosas”, destacó.

Acerca de la economía del club, advirtió que “el banco Municipal nos ha facilitado un préstamo para cubrir muchas situaciones. En el día a día yo digo que estamos 0 a 0, pero traemos una mochila de 50 millones de pesos que hay que sacarselá”.

“No tenemos ningún juicio nuevo en este primer año de gestión”, subrayó el hombre de la agrupación Crece. Y agregó: “Estamos afrontando el juicio más grande de la historia de Central, que es el de Leonardo Astrada. Al menos nos ha dicho que no tiene problemas en cobrar en cuotas”.

Broglia también habló del ingreso económico que generaría una nueva transferencia de Ángel Di María: “Serían unos 1,8 millones de euros, que por supuesto no llegan a Central uno arriba del otro, pero sería importante”.

“Dentro de tres años, cuando me retire, mi aspiración es dejar un club ordenado para que la próxima dirigencia no sufra lo que sufrimos nosotros”, confesó. Y concluyó: “Yo me trato de convencer de que soy dirigente por sobre mi condición de hincha de Central”. 

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Raúl Broglia (Radio 2)