Lo jugaron como a una final. Lo pensaron, lo lucharon, lo disputaron hasta el final. Pero la balanza se inclinó para el lado de San Lorenzo. Que ahora, hasta que mañana juegue Arsenal, es uno de los dos líderes que tiene la zona 1 del torneo de primera división. Central, que tiene el clásico a la vuelta de la esquina, ahora se quedó a tres puntos de la cima. 

El elenco de Coudet se imponía desde los 15 minutos de juego por un penal que Marco Ruben transformó en gol. El Cuervo lo empardó a través de la cabeza de Matías Caruzzo a los 37' del primer acto; y pasó a ganarlo por un disparo externo de Franco Mussis a los 11' del segundo. 

Fue un duelo jugado a dientes apretados, con mucha pierna fuerte, todo exacerbado por el estado del campo de juego, que se presentó muy rápido y propicio para las barridas y los choques abajo. Los auriazules no pudieron estirar la ventaja cuando dominaban y ganaban, y la alineación de Guede lo empató de cabeza y en los primeros minutos del complemento lo justificó. 

El conjunto del Chacho encadenó así su segundo tropiezo consecutivo, luego de la caída ante Vélez Sarsfield del pasado fin de semana. La racha que preocupa es que de los últimos seis partidos, ganó sólo uno. En cambio, el Santo bajó a dos candidatos de manera seguida (al Tomba, el fin de semana pasado) y ahora selló su condición de serio aspirante.

Los goles


Las razones

Se lo justificó en los primeros veinte minutos del segundo tiempo, San Lorenzo. En el primero fue más Central, que gracias a la movilidad de Cervi y la floja defensa azulgrana, pudo manejar las acciones. Tras el gol, los auriazules no pudieron liquidar el cotejo (sobre todo, dos de Marco Ruben, que ejecutó muy bien el penal) y el Cuervo revivió en una pelota parada.

En el segundo tiempo, ya sin José Luis Fernández en la cancha (entró Herrera, que se plantó como atacante nato), el local logró aplomo y tomó las riendas en la mitad de la cancha. Ya Cervi no se conectó con Lo Celso ni con el saliente Fernández y Mussis, con un zapatazo, puso la diferencia.

Con el 2-1, Central se fue a buscar la igualdad y tomó de las solapas a su adversario, al que cascoteó hasta el pitazo final mismo de Echenique. No supo vulnerar a Torrico y compañía, y hasta pudo haberlo perdido por una diferencia mayor en alguna de las contras que cedió.