Rosario Central trabaja en el predio de Arroyo Seco, buscando su mejor versión física y futbolística para el semestre deportivo que está por comenzar, con la primera parte del torneo de primera división y la Copa Argentina como desafíos principales.

Pero lo hace con varias dudas en torno a la composición de su plantel, ya que hay tres defensores de los considerados titulares por Eduardo Coudet que podrían emigrar en esta semana: Alejandro Donatti, Víctor Salazar y Pablo Álvarez.

El Flaco ya no entrena con el grupo y sólo resta saber por cuánto dinero se irá: el cincuenta por ciento de su pase es lo que quiere adquirir Flamengo de Brasil, con el que el jugador ya tendría acordado su contrato. El tema es que hasta acá están lejos de los dos millones de dólares que figuran en la cláusula de rescisión.

Salazar, entre River y Central



Lo de Salazar está vinculado al interés de River por llevárselo: el Millonario pondría sobre la mesa cerca de tres millones de dólares, que es el monto que activaría la cláusula de salida. Si el futbolista lo desea, se marchará y Central no podrá retenerlo.

Pero en estas últimas horas, el vicepresidente Ricardo Carloni afirmó en Zapping Sport por El Tres que "al igual que Montoya, Salazar está dispuesto a seguir". Y remarcó: "Central cambió. Ya no es ese club que vendía jugadores por cifras irrisorias".

Álvarez, en veremos



Por su parte, Pablo Álvarez analiza desde hace varias semanas su futuro, atado a una compleja trama familiar. Su deseo de seguir en la entidad choca contra su necesidad de estar cerca de los suyos, radicados en Buenos Aires.

Sus allegados comentaron que está más lejos que cerca de continuar en Arroyito y el vicepresidente Carloni subrayó que no pondrán reparos a lo que defina: "Estamos esperando su decisión, que sea cual sea, será respetable".

"