Rosario Central le ganó 1 a 0 a San Martín de San Juan en el Gigante de Arroyito, en el partido postergado de la fecha 7, que no se jugó por las elecciones en el club de Arroyito. Fue un cotejo intenso, entretenido y signado por la polémica: los cuyanos acabaron muy enojados con el árbitro Lamolina por un penal no cobrado.

El único gol de la noche lo anotó Alfonso Parot a los 16 minutos del segundo tiempo, a través de un disparo desde afuera del área (y una flloja resistencia de Ardente) que llegó después de que Zampedri dilapidara increíblemente un mano a mano ante el golero.



En líneas generales, Central fue más y lo ganó con justicia porque generó las mejores ocasiones de gol. Pero la visita también generó las suyas y hasta debió contar con un penal a su favor, que Lamolina ignoró tras una clara mano de Cabezas. Todo el plantel verdinegro le protestó vehementemente al juez una vez acabado el pleito.

Central, que fue superior en el primer tiempo, generó varias ocasiones como para convertir. Con Ortigoza manejando la pelota a sus anchas en el medio, y un buen trabajo de Camacho, se fueron sucediendo las chances: a los 9', Zampedri no pudo impactar de lleno un centro cruzado, aunque estaba sin ángulo; a los 13', Camacho le dio un gran pase a Ruben, pero Ardente le cerró el arco y no pudo definir; y a los 22', el propio Camacho exigió al arquero visitante con un remate externo.


Por su parte, los de Forestello, además del penal no sancionado, también desnudaron falencias defensivas auriazules y dilapidaron dos ocasiones muy nítidas: la primera, de Palacios Alvarenga, que estuvo a centímetros del primero tras centro de Mosca; y otra del propio Mosca, a los 38', que acabó afuera por poco. Sin tanto manejo, logró ser punzante y pudo haberse puesto en ventaja.


Ya en el segundo tiempo, el tanto de Parot le dio la tranquilidad a Central para administrar la ventaja. Y hasta pudo aumentar: a los 23', Ruben de cabeza hizo volar a Ardente sobre el palo derecho. Parecía que el terreno se preparaba para que el Canalla lo sentenciara.

Pero los del Patón, lejos de aplomarse, perdieron la pelota en el medio y sobre la media hora de juego, el Santo se acomodó mejor. Y llevó zozobra sobre el arco local:  a los 33', Ledesma se lo sacó milagrosamente con el botín a Villarruel; y a los 41', Castillejos pateó con escaso ángulo y el 1 centralista la mandó al córner.



Por lo exiguo de la ventaja, los del Yagui empujaron a Central hasta al área. Pero no tuvieron lucidez para generar jugadas de peligro. Y los locales sostuvieron la diferencia hasta escuchar el pitazo final de Lamolina, que fue rodeado por los sanjuaninos, quienes le recriminaron aquel penal no sancionado.

Con estos tres puntos, Central arriba a 18 unidades (está 13º en la tabla) y logró su tercer éxito en el campeonato. Además, sumó tres puntos muy valiosos en su promedio. San Martín, por su parte, perdió cuatro de los últimos cinco y, por ahora, se salva del descenso porque tiene un partido menos que Belgrano.