"Quiero creer que D'Onofrio no va a hacer lo que tantas veces pregonó que no se hiciera", decía ayer al mediodía en Zapping Sport por Radio 2 el vicepresidente de Central, Luciano Cefaratti. Pero al final, lo hizo. Y Víctor Salazar seguirá su carrera en River.

Es que el club millonario avisó que activará la cláusula de 3 millones de dólares para lograr la salida de Víctor del club de Arroyito. Esto, pese a que horas antes Central había declarado intransferibles a todos sus jugadores.

El tucumano no fue a entrenar ayer por la mañana, porque ya estaba en Buenos Aires a la espera de hacerse la revisión médica con el club de Núñez. Y se espera por estas horas la firma de su nuevo contrato para acoplarse al grupo de Gallardo.

Si bien Central no mostró voluntad de venderlo, nada puede hacer ante la existencia de esta cláusula en el contrato del jugador, que por propia decisión eligió marcharse. Central quiso priorizar la cuestión deportiva tras las ventas de Cervi y Lo Celso, pero esto escapó a su órbita.

El gran malestar de la comisión centralista con sus pares millonarios derivó en la determinación de romper relaciones con River. Un escarmiento diplomático que no cambiará el resultado de esta situación: Coudet perderá a otro jugador de la defensa, en idéntica resolución a la que tomó Donatti, que se irá a Flamengo.

Escalada verbal

​"Esto es romper códigos. Es antiético. La cláusula es legal, pero una cosa es ser legal y otra estar legitimado. Esto explica cómo está el fútbol argentino", dijo el vicepresidente centralista Ricardo Carloni en un canal de televisión porteño.

El otro vicepresidente, Luciano Cefaratti, remarcó posición: "Esto está fuera de la ética y River esta rompiendo un código. Así nos debilitamos. River esta malacostumbrado por otras épocas, pero no podemos permitir por dinero perder la dignidad como club. Vamos a considerar que un par nos traicionó y fue desleal".

"Nunca se ejecutó una cláusula de rescisión en el fútbol argentino y esto pone en peligro el sistema. La cláusula sólo pone un parámetro y es para ese momento, pero las partes pueden", añadió en A Diario por Radio 2.

La dura respuesta

Por su parte, D'Onofrio fue mucho más duro y atacó desde lo personal: "Los dirigentes vamos a tener que aprender a ser menos hinchas. Me parece que Carloni está un poquito desequilibrado. Que vaya a un sanatorio. Hay que internarlo y que lo pongan en equilibrio".

“Es absolutamente legítimo y podríamos hacerlo. Es el valor para que el jugador salga del equipo. Son inexplicables las reacciones de algunos dirigentes. Está ofendiendo, no al presidente, sino a River. Supongo que en algún momento pedirá perdón. No se puede agredir de esa manera", concluyó D´Onofrio.