Central y Newell’ se sacaron chispas, pero no ventaja. Y acabaron el clásico de la ciudad sin goles, un resultado que le sienta mucho a mejor a la Lepra, que pudo cortar la racha de caídas consecutivas ante el Canalla. Los auriazules culminaron la tarde decepcionados porque no pudieron sumar de a tres y acortar distancia en la pelea de arriba.

En el marco de la fecha 24 del torneo de primera división, la de los clásicos, el rosarino tuvo todos los condimentos: una tarde espectacular de primavera, un marco impresionante que pusieron los hinchas centralistas y un desarrollo de dientes apretados, escaso vuelo futbolístico y pocas situaciones de gol en los arcos.

Si bien Central fue el que en líneas generales lució algo más ambicioso, Newell’s hizo un partido inteligente y le impidió manejar con comodidad las acciones. De hecho, fue el visitante el que tuvo las mejores ocasiones de gol: una de Cáceres con el arco libre en el primer tiempo; y en el complemento, un zurdazo del debutante Lucas Boyé, una de las figuras del juego, que Caranta sacó de manera magistral.

A la postre, el 0 a 0 termina siendo justo. A los de Arroyito les quedó un sabor amargo porque la caída de los cuervos les había posibilitado quedar a sólo dos puntos de la tabla en caso de ganar; en cambio, los ñubelistas se marchan del Gigante aliviados porque le pusieron freno a la racha canalla y, aunque ya hace ocho encuentros que no triunfan, entregaron señales concretas de una posible recuperación.

La gran atajada de la tarde


Una clara para Central


Las claves

Newell’s le hizo las cosas difíciles a un Central que pareció extrañar bastante a Franco Cervi, sobre todo en el juego interno, por lo que acabó abusando del pelotazo a sus delateros Larrondo y Ruben. Lo sorprendió en su planteo de superpoblar el mediocampo y en el primer tiempo le manejó el balón, generando las situaciones más propicias en ese acto inicial. 

Ya a los pocos minutos, un largo pase de Lucas Mugni soprendió a Pinola y al propio Maxi Rodríguez, que no llegó a capitalizarlo ante Caranta; y otra producto de una falla del arquero centralista, que le dejó la pelota a los pies de Cáceres, que el paraguayo tiró al costado. De Central, se contó un el tiro libre que atajó Unsain y nada más.

En el segundo tiempo, Central fue por más, adelantó sus líneas y hasta terminó con tres delanteros por el ingreso de Niell por Musto. Y pudo ganarlo en los pies de Ruben, que quedó sólo ante Unsain entrando por la izquierda y definió extrañamente mal. La Lepra tuvo una con Boyé, que Caranta sacó con una volada baja de maravilla.

Los auriazules no pudieron plasmar en el campo la diferencia que, se suponía, había entre ambos. Y tuvieron una tarde opaca, con el circuito futbolístico cortado y sin variantes para penetrar por abajo y por las bandas. En cambio, los rojinegros fueron ordenados tácticamente, marcaron con intensidad y rasguñaron un punto merecido en un contexto, a priori, desfavorable.

Las coordenadas


El relato