El velocista jamaiquino Usain Bolt retuvo el título mundial en los 100 metros libres, al vencer por una centésima de segundo al estadounidense Justin Gatlin, su principal amenaza, en la final de la prueba realizada este domingo en el Estadio Nacional de Beijing.

Bolt, el hombre más veloz de todos los tiempos con una marca de 9,58 segundos, sumó su tercer oro en la especialidad por Mundiales de atletismo con un tiempo de 9,79 y relegó al corredor de Orlando, que llegaba a la competencia como el más rápido del año por su registro de 9,74 en Doha, el pasado 15 de mayo.

El jamaiquino, que el pasado viernes celebró sus 29 años, demostró un vez más ser imbatible en las grandes citas, pues sólo se le escapó el primer puesto en el Mundial de Daegu, Corea, en 2011 por una salida nula.

La consagración de la jornada en el Nido de Pájaro la añadió a ya logradas en los Mundiales de Berlín 2009 y Moscú 2013, como también a la de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012.

Gatlin (33 años), campeón olímpico en Atenas 2004 y mundial hace una década en Helsinki, corrió más rápido en la semifinal disputada dos horas antes (9,77), tras la que se había consolidado como aspirante a la corona por la performance de Bolt (9,96), que tuvo un tropiezo en su salida.

Sin embargo, el caribeño, de escasa actividad en las últimas dos temporadas por problemas físicos, reservó todas sus energías para la final y volvió a festejar en el mismo lugar donde abrazó su primera conquista olímpica en los 100 metros libres.

Así, después de clavar su mejor tiempo del año, se convirtió en el atleta con mayor cantidad de medallas en Mundiales (once -ocho de oro-), al desempatar con otra leyenda de la velocidad, el estadounidense Carl Lewis. 

El bronce de la prueba fue compartido por el canadiense Andre de Grasse y el estadounidense Trayvon Bromell con 9,92 segundos.