Colman tiene nombre de superhéroe. Su entrenador acaba de decir que es un "jugador impresionante" y que crecerá en el torneo.

Es el protagonista en Rosario Central. El jugador que recibe la pelota en la zona media y el que intenta desordenar la estructura defensiva rival. "Siempre habrá un orden que desordenar", parece decir Gustavo. Recibe, conduce y genera claridad en el ataque. Con él, Cervi puede recibir en zonas de definición (su mejor opción) y no en zonas de gestación.

Sus intervenciones en el partido frente a Huracán exhiben su juego. Todo tiene que pasar por él, porque es quien se atreve en la creación del ataque: 

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Muchas veces queda muy solo en ese rol. Tal vez por eso, o tal vez por tener siempre a dos mediocampistas por detrás de él (Dominguez y Musto) y no otro al lado como Barrientos, el transcurso del partido le saca lucidez a sus pases y a su andar.

Una pérdida de Colman (o dos como en la jugada previa al penal a favor de Huracán) ocasiona el peor daño posible al canalla. Cuando Colman no está fino, su equipo lo sufre:

Y, a su vez, si Colman no participa en el proceso de construcción ofensiva Central se queda sin su eje:

Su apellido coincide con el de Carlos Colman, el jugador que hizo un gol y le otorgó el título a Rosario Central en 1971. El equipo formado, entre otros, por Pascuttini, Landucci, Fanessi, Aimar, Gramajo y Poy. Colman, entonces, hacer recordar a los mejores días de la historia canalla. Su apellido coincide con el Carlos y también con el de un detective privado por correspondencia y campeón regional de dominó. Cuando Coudet pronuncia su apellido, se ilusiona. Colman tiene nombre de superhéroe.