Leo Fernández es el hombre-sensación por estas horas en Arroyito. El entrenador de la primera división tras la renuncia de Paolo Montero gana cada vez más terreno en la consideración de los dirigentes. Y ni que hablar entre los hinchas, que se fueron felices de la cancha después de todo un torneo de sinsabores.

El silencioso DT de la Reserva, que ganó la Copa Santa Fe y venía de lograr el primer éxito en la Superliga ante Talleres, volvió a salir airoso de un desafío mayúsculo. Y ahora, pensarlo en el cargo durante 2018 ya no luce descabellado. Faltan dos partidos clave, ante Independiente y Newell's. Pero el comienzo es más que prometedor.

"Estoy feliz, esto es algo soñado. Es un lugar de privilegio", dijo en conferencia el técnico centralista. "Fue un partido muy importante, los jugadores de esforzaron mucho. Fue justa la victoria. Tuvimos mucha actitud y orden. Era normal que ante un rival así sufriéramos contratiempos".

Según Leo, "el equipo estuvo sólido, supo cuidar el resultado. La clave fue la presión en mitad de cancha, hicieron un gran desgaste. La idea era hacer más ancho el equipo. En algunas contras que tuvimos pudimos haber aumentado el marcador".

Para Fernández, "el cambio lo hicieron los jugadores. Ellos entendieron la situación y se brindaron para eso. Lo demostraron en Córdoba y hoy. Emociona la actitud. En la semana ya se veía que el equipo tenía ganas de revertir la situación".

Y cerró: "El entrenador predispone, y ellos disponen. Estoy feliz, hoy era un día especial para el hincha por la muerte de Zof, le dedico este triunfo".