La noche de Paolo Montero pasó por todos los estadíos posibles: de la expectativa a la desilusión; de la decepción a la esperanza; de la ilusión a la locura. El DT uruguayo sabía que se jugaba mucho más que un partido y sus jugadores le regalaron, además de la clasificación a semifinales de la Copa, un espaldarazo a su continuidad.

“Me dejó muy contento lo de hoy porque es fútbol: se puede perder o ganar, pero nunca se puede resignar la rebeldía. Fuerza yo siempre tuve y también el apoyo de los dirigentes y los jugadores. Y esto es un premio para ellos”, dijo el conductor auriazul en camarines.

Paolo admitió que el comienzo de partido fue el menos pensado: “Son cosas negativas que pueden pasar: un foul de último hombre, un penal errado… Pero siempre hay que ir al frente con coraje”.

“Se dio un partido raro y muchas veces los equipos importantes se adaptan a las situaciones. No siempre se puede jugar bien, hoy se dio así, supieron interpretar y lo sacaron adelante”, añadió.

Sobre la charla que mantuvo con el plantel en el entretiempo, con el pleito 0-2, confesó: “Les dije que siguieran así, con rebeldía y coraje y algunos detalles más. Si yo me sentía afuera, ¿cómo contagiás en una charla técnica? Hay mensajes corporales, tonos de voz, que contagian a los jugadores. Ellos estaban convencidos de que se podía revertir”.

“Yo no los vi mal en ningún momento. Después del penal hubo cinco minutos complicados, pero en el entretiempo sólo hablamos de la mentalidad y que teníamos que jugar con la rebeldía que estábamos mostrando”, agregó.

La roja a Tobio provocó que debiera sacrificar el debutante Pereyra: “Yo no lo ví salir llorando. Claro que fue injusta su salida, pero son decisiones que debemos tomar. Le pedimos perdón con el Chengue ni bien salió. Y en el banco era el que más gritaba”.

Acerca del porqué del dispar rendimiento en copa y Superliga, contestó: “Los equipos importantes encaran todos los torneos de la misma manera. No debería haber diferencia y ese es un laburo nuestro con los jugadores”

Y cerró enumerando, orgullos, acciones de sus jugadores principales: “Marco hizo un gran esfuerzo: arrastra jugadores, hace quedar libres a otros, es el referente del grupo. Y terminó jugando de cinco. Zampedri se plantó de zaguero, Carrizo corrió la última pelota acalambrado”.