"El clima ya estaba tenso. Se hablaba de que se iba a pudrir todo si no se aprobaba el balance. Y las pruebas indican que los sectores que apoyaban la postura del oficialismo reaccionaron como nunca antes. Mirá que la pasé mal en la era de López, pero esto es inadmisible porque hoy sí hay democracia". 

Así comenzó su relato en A Diario, por Radio 2, uno de los referentes de la oposición leprosa, Ariel Moresco, quien anoche fue agredido por grupos que él vincula al oficialismo en la escandalosa asamblea para aprobar el presupuesto. Confesó que hará la denuncia y que le cuesta masticar por los golpes recibidos.

"Es llamativo que hayan reaccionado de esta manera, sobre todo hacia mi persona. Soy el más dialoguista de la oposición. Y tengo buen diálogo con ellos. Estuve trabajando desde las cinco de la tarde por la seguridad en el club con el comisario jefe de la comisaría 5ta. Creo profundamente en la democracia y no lo entiendo", señaló.

Moresco declaró: "No vi a ningún directivo decir que se calmen; no vi que se hayan levantado y metido en el medio a separar. Sólo lo hicieron a través del micrófono. Y de la dirigencia sólo me llam. Bermúdez hace un rato. No estuvo ahi porque dice que tenía un problema en el nervio ciático".

"De lo que dijo, una parte me la reservo. Me dijo que eso no podía ocuirrir, pero que si determinada persona de la oposición dice tal cosa... ellos le apuntan a Giraudo y a Ripani. Pero una cosa es discutir posturas y otra reaccionar así, violentamente", agregó.

Sobre el porqué del ataque hacia su persona, tiró: "Habría que preguntárselo a las personas que tuvieron esa actitud. Hay algunas personas de las que me voy a acordar si les veo las caras. Cuando termine de hacer dos o tres cosas en el estudio, voy a hacer la denuncia, sin duda. Hoy me cuesta masticar los bifes que me hizo una de mis hijas, que me cargaba para que pusiera bien". 

Y cerró: "Son unos caraduras por haber seguido la asamblea, si todos vieron que la gente que había votado distinto en la conformación de las autoridades ya no estaba en el recinto. Es increíble que digan que todo siguió normal. Era una asamblea dividida, el tema era opinable. Yo considero que Giraudo debía ser el presidente de las autoridades, pero no era para terminar a las piñas".