Newell's le puso un freno a la ilusión de Estudiantes. Y aunque no ganó, volvió a dar señales de ser un equipo sólido, formado de abajo hacia arriba y transformado en un hueso duro de roer para cualquiera. Por la fecha 13 del torneo de primera, pinchas y leprosos igualaron sin goles en un cotejo jugado con dientes apretados. La Lepra sumó un punto valioso por la categoría del rival; el León empieza a despedirse del título.

En el marco de un trámite parejo, el cero se ajustó a lo exhibido por ambos en el terreno de juego. El local fue algo más ambicioso, pero no pudo cristalizar una nítida supremacía a los largo de los 90 minutos. El elenco de Osella estuvo muy concentrado, lució ordenado y pudo sortear un desafío en un campo muy complicado (el último que le ganó ahí fue, justamente, Newell's, el año pasado).



El resultado fue justo, en el marco de un partido chato. Y fue el local el que quedó en deuda, porque le llegaron poco: sólo una buena de Augusto Solari y un cabezazo que conjuró bien Pocrnijc.La defensa no crujió como antes y Elías corrió como siempre para auxiliar a Mateo, provocando que a los platenses se les hiciera difícil.

Arriba, el déficit ñubelista es evidente: le cuesta crear, generar jugadas colectivas y plantar algún jugador en el área rival. Fertoli y Formica no la pudieron tener, Maxi quiso pero no encontró socios ni tuvo lucidez en el área y Boyé no pudo capitalizar ninguna de las contras que tuvo, volviendo a exhibir una notoria falencia para pesar en el área.




Con este reparto, la formación de Nelson Vivas quedó a cuatro puntos del líder Lanús, que de ganar su partido del lunes ante Tigre, habrá sacado una diferencia de siete puntos con apenas nueve por jugar. La Lepra, por su parte, quedó con el arco en cero por cuarto partido consecutivo y sólo perdió una vez desde que asumió Osella: es cierto, empató siete de nueve, pero no pierde. Todo un aliciente mirando apenas un poquito hacia atrás.