Nahuel Guzmán es héroe, por estas horas, en territorio mexicano. En realidad, en Monterrey. Porque anoche tapó el último penal de la infartante definición del torneo de primera división ante Pumas y le dejó el título servido a Israel Jiménez, al que el Patón le estampó un flor de beso tras convertir.



El beso más comentado


La final tuvo un desenlace épico. Este cotejo, llevado a cabo en el Olímpico Universitario de la Ciudad de México, era la revancha del 3-0 que los Tigres habían logrado en la ida. Pero no pudieron sostener la ventaja, Pumas ganaron 3-0 y fueron al alargue.

Eduardo Herrera, al minuto 45, el uruguayo Matías Britos, al 54, y el paraguayo Silvio Torales, al 87, hicieron los goles con los que los Pumas empataron el marcador global 3-3 y forzaron la prórroga.

Ya en esa instancia, el francés André-Pierre Gignac, al minuto 103, firmó el gol con el que los Tigres nuevamente se pusieron en ventaja con marcador acumulado de 4-3.

Pero a un minuto del epílogo, el uruguayo Gerardo Alcoba consiguió el tanto que mandó el partido a la definición en penales.

En las ejecuciones desde los once metros, los Tigres acertaron por Gignac, el brasileño Juninho, Arturo Rivas e Israel Jiménez. El argentino Ismael Sosa y Luis Fuentes anotaron por los Pumas, mientras que el ecuatoriano Fidel Martínez erró y a Javier Cortés se lo atajó el Patón.

De esta manera, los Tde Monterrey lograron el cuarto título de liga de su historia. Antes se coronaron en las temporadas 1977-78, 1981-82 y Apertura-2011.



El resumen completo