Racing Club le ganó este viernes a Estudiantes de La Plata por 2-1 con autoridad y jugará una imperdible llave a partido y revancha con su clásico rival, Independiente, para definir la última plaza argentina en la Copa Libertadores 2016.

El mediocampista neuquino Marcos Acuña, con un derechazo de media distancia al ángulo superior izquierdo, y el defensor cordobés Luciano Lollo, de cabeza, anotaron los goles del local en el Cilindro de Avellaneda, a los 21 minutos del primer tiempo y 16 del segundo, respectivamente. El ingresado Diego Mendoza descontó para la visita a los 37.

En el primer clásico, que jugará de visitante en el estadio Libertadores de América el domingo 29, Racing no contará con su emblema y capitán, Diego Milito, que fue expulsado por primera vez con la camiseta académica, justo la noche del festejo por el partido número 200 en el club. 

Estudiantes, que también sufrió la expulsión de Leonardo Jara (58 minutos), pasará a jugar la Liguilla Pre Sudamericana, en la que asumirá otra serie de dos partidos con rival a designar con el objetivo de ganarse el derecho a competir internacionalmente en el segundo semestre de 2016.

En la escena de un partido parejo, jugado a ritmo intenso y con tendencia al roce en cada pelota dividida, Racing tomó una justificada ventaja en el primer tiempo por su mayor consistencia ofensiva, lo que le permitió capitalizar una ocasión cuando transcurría la mitad del período.

El desnivel llegó como producto de una acción individual, sin que ello resultara en desmedro de una actuación colectiva aceptable de un equipo bien compacto entre sus líneas para adelantarse y retroceder. Acuña hizo la diferencia cuando recogió una pelota en tres cuartos de cancha recostado sobre la izquierda, perfiló hacia el medio, eliminó la marca de Leonardo Gil y doblegó con un impresionante derechazo a Navarro (muy silbado por los hinchas de Racing, uno de sus ex clubes en Argentina).

El ex mediocampista de Ferro Carril Oeste fue el mejor jugador del partido por su verticalidad por la banda izquierda, que le generó inconvenientes al marcador visitante por ese sector, Leonardo Jara, hasta forzar su expulsión en el segundo tiempo por doble tarjeta amarilla.

Después del gol y antes del descanso, Racing tuvo otra chance clara para marcar cuando Gustavo Bou aprovechó un resbalón de Leandro Desábato y, tras una corrida por el costado derecho, le sirvió el gol con un centro rasante a Diego Milito, cuyo remate salió por encima del travesaño.

Estudiantes no pateó al arco en los primeros 45 minutos, no por falta de ambición sino por la liviandad de su ofensiva. Sin jugadores con oficio dentro del área, el equipo de Gabriel Milito se diluyó en avances externos y nunca le generó riesgo a Sebastián Saja.

Frente a ello, Racing no tuvo demasiados problemas para controlar la ventaja y encontró facilidades para resolver el partido en un lapso de tres minutos del segundo tiempo. A los 13, Jara redondeó una noche para el olvido con la tarjeta roja por su segunda falta a Acuña y a los 16, Lollo aumentó la diferencia con un cabezazo, tras un centro quirúrgico del neuquino, siempre imparable por la izquierda.

Con distancia de dos goles y un rival sin argumentos, que sumó cambios ofensivos obligado por la urgencia, el local perfilaba para una goleada pero la inesperada e injusta expulsión de Milito, aplacó el entusiasmo al que lo había impulsado el partido.

Y el impacto fue tal que hasta permitió el descuento de un Estudiantes que parecía rendido. Después de una gran atajada de Saja a un cabezazo de Desábato, Mendoza capitalizó una pelota en la boca del arco ante la mirada de toda la defensa.

El descuento le puso una cuota lógica de incertidumbre al final del partido pero no alcanzó para opacar la legítima victoria de Racing, que buscará darle al DT Diego Cocca una despedida soñada ante Independiente en el clásico revancha, previsto en el Cilindro el domingo 6 de diciembre.