Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 llegaron a su fin este domingo, con una ceremonia de clausura que se presentó con la alegría brasileña como bandera y con el objetivo de "lavar el alma de todo el mundo". Mucho color, música y desfile de banderas a cargo de los deportistas. La de Argentina, en manos de la judoca medallista Paula Pareto.

La fiesta de cierre comenzó puntualmente a las 20 en el estadio Maracaná, bajo una intensa lluvia, con melodías y bailes alusivos previos al desfile de todas las delegaciones participantes. Luego, la entrega de la posta a Tokio, próxima ciudad organizadora en 2020.

A la ceremonia no asistió el presidente interino de Brasil, Michel Temer, y tampoco Pelé, quien también estuvo ausente en la inauguración, el 5 de agosto.

Los primeros Juegos celebrados en Sudamérica programaron un cierre para "mostrar lo mejor del brasileño, su alegría", dijo Abel Gomes, productor ejecutivo de la ceremonia.

Según Leonardo Caetano, director de ceremonias del comité organizador de Río 2016, "Lavar el alma" significa mucho si se considera el contexto en que se realizó la cita" con múltiples problemas económicos y políticos, pero "demostrando que se pueden superar obstáculos que parecían insalvables".

"Se dispusieron 3 mil voluntarios, 300 profesionales de danza. Hay una característica más brasileña desde el punto de vista cultural" que la que se mostró en la fiesta de apertura, adelantó en la previa Caetano.

Lo que sí se confirmó desde temprano fue una fiesta parecida a las callejeras del Carnaval de Río y el desfile de la comparsa Cordão da Bola Preta, que llena cada año el centro de la ciudad. También fue ovacionada en el Maracaná.

Peque abanderada

La medallista dorada en judo, Paula Pareto, participó del desfile de clausura de los Juegos en su condición de abanderada de la delegación argentina instalada entre los representantes de Argelia y Armenia y ataviada con buzo celeste y blanco y pantalones negros, agitando acompasadamente la enseña nacional al son de la música que sonaba en el estadio Maracaná mientras se acercaban a ella algunos compatriotas como el también presea de oro Santiago Lange.