Marco Ruben fue muy autocrítico luego de la eliminación de la Copa Argentina en Formosa. Y aseguró sentirse "responsable" por su bajo nivel en el año. El delantero canalla aceptó que no debió ir a patear el penal por su falta de confianza y estableció al clásico del 9 de diciembre como "el último objetivo del semestre".

"Estamos muy golpeados. En el partido fuimos superiores, creamos situaciones, pero tuvimos la mala suerte de llegar a los penales y venimos bastante errados con eso", arrancó el 9 la charla con los medios.

"Lo de Paolo golpea mucho porque los culpables somos todos. En el fútbol siempre pasa esto. Hoy, en lo personal, me siento muy golpeado, muy culpable, porque en este año nunca di mi mejor nivel. Y eso me pone mal porque ellos son grandes personas y se brindaron de la mejor manera pese a que la cosa no salió bien", declaró.

Sobre la despedida del DT, comentó: "Hablamos, nos comunicó la decisión y cada uno lo fue a saludar. Muchos sentimos esta culpa porque no alanzamos nuestro mejor nivel, no pudimos dar lo mejor ni cerca de lo que podemos dar. Es injusto, pero es el fútbol".

"Muchas veces el fútbol es injusto y ocurren estas situaciones, con un buen partido, nos vamos con el dolor más grande de este último tiempo", tiró.

Acerca de su decisión de no ejecutar el penal que erró Camacho a inicios del segundo tiempo, Ruben admitió: "Ya había hablado con Camacho y lo iba a patear él, porque yo venía errando y no es una cuestión de ego. No vengo pateando bien, y se notó en el penal del final. Por querer estar y darle algo al grupo, fui. Pero no tendría que haber pateado. Es un tema de confianza. Él venía pateando bien y lo merecía".

Marco aceptó darle un mensaje al hincha: "Sólo podemos decirle que intentaremos de todas formas. Nunca quisimos dar lo que dimos en muchos partidos, las cosas simplemente no nos salieron y nos costó mucho entender una forma. Ahora, borrón y cuenta nueva, a mirar para adelante y terminar el torneo de la mejor manera".

"La cabeza juega mucho en estos casos. Los objetivos también mandan. Nos costó mucho en el torneo encontrar un objetivo claro. No es que entrábamos a jugar sin ganas, pero inconscientemente no tenés el objetivo cercano y en la copa sí. Esa fue la gran diferencia", dijo.

Según el ex River, "el grupo está destruido, pero la fuerza hay que sacarla de algún lado para estos partidos que nos quedan, que son muy importantes y nuestro único objetivo en este semestre. Hay que sacar fuerzas de donde sea y pensar que la última fecha de este semestre será el clásico".

"El clásico no salvará el año ni mucho menos. Hay que cambiar esa cabeza porque lo importante son los puntos. Si no sumamos, se pueden venir épocas complicadas más adelante", cerró.