En Colombia, hay un casildense que hace ruido. Más precisamente en Medellín, donde alcanza estatura de ídolo. Se trata de Franco Armani, arquero de Atlético Nacional, que brilló en la definición del torneo de primera de ese país ante Junior y ratificó su condición de ídolo.


Armani, nacido el 16 de octubre de 1986 en esa ciudad cercana a Rosario, en la provincia de Santa Fe, y nacionalizado colombiano, se convirtió anoche en el jugador clave para la obtención de la decimoquinta estrella de Atlético Nacional, al atajar dos penales (el otro se fue por arriba del arco) y vencer en la tanda al Atlético Júnior.

Armani, de 29 años de edad y 1,89 metros de estatura, fue rodeado y llevado en andas por sus compañeros luego de detener el remate de Gustavo Cuéllar, lo que significó el título del cuadro antioqueño. Antes le había atajado el primero a Noguera.

El arquero, que comenzó su carrera como profesional en 2006 con Ferro Carril Oeste, sumó así el séptimo título con Nacional en su quinta temporada: Torneo Apertura en 2011, Superliga y Copa Colombia, en 2012; Torneo Apertura y Finalización, y Copa Colombia, en 2013;Torneo Apertura en 2014 y el Finalización de 2015.

“Este es un premio a toda nuestra hinchada, que a lo largo del torneo siempre nos acompañó. Tuve la fortuna de atajar los penales, pero esta estrella es fruto del trabajo en equipo”, dijo Armani al diario El Espectador.

La final del certamen de primera división se dirimió por penales tras el triunfo de anoche de Atlético Nacional por 1 a 0 (gol de Marlon Moreno), que empardó la eliminatorias tras el 2-1 inicial de Junior en Barranquilla. Desde los doce pasos, el que brilló fue Armani.