Movilidad en Rosario: creció el consumo en tiendas de alimentos, farmacias y bares

El informe elaborado por la Fundación del Banco Municipal muestra que los rosarinos “se ven motivados a gastar” por los altos niveles de inflación

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Un informe elaborado por la Fundación Banco Municipal indica que la actividad económica real privada de Rosario, medida por el CIE, Municipalidad de Rosario, creció en mayo 17,6% interanual, siendo a su vez la facturación acumulada del año el valor más alto desde el primer registro de la serie en 2011.

Sin embargo, la tendencia-ciclo de la facturación, que representa el componente núcleo de la actividad económica local, muestra una desaceleración desde principios de año y una leve disminución en mayo pasado (-0,3% mensual).

Con los datos disponibles hasta ahora no puede precisarse si se trata efectivamente de un cambio de dirección en la actividad económica. Dicho esto, una forma de aproximarnos a lo que podría haber pasado en los meses de junio y julio consiste en observar indicadores indirectos de la economía local a partir de la movilidad de las personas en el departamento Rosario.

Las series analizadas se elaboran en base a datos de teléfonos celulares publicados por Google y muestran la concurrencia de las personas a comercios que venden productos esenciales, a tiendas, locales gastronómicos, de ocio y esparcimiento y a los lugares de trabajo.

Consumo en ascenso

Por el lado de la demanda de consumo, la movilidad de las personas a comercios que venden productos esenciales (“Comestibles y Farmacias”) y a tiendas, locales gastronómicos, de ocio y esparcimiento (“Tiendas y Ocio”) registran una expansión mensual en junio y julio, aunque con diferente intensidad.

La concurrencia a “Comestibles y Farmacias” se expande levemente, mostrando un comportamiento similar desde principios de marzo pasado. Por su parte, la movilidad en la categoría “Tiendas y Ocio” presenta un crecimiento visible desde mediados de junio, superando a partir de julio los niveles prepandemia por segunda vez desde el comienzo de la cuarentena.

Dada la aceleración de la inflación y el deterioro del poder adquisitivo de los ingresos, llama la atención este comportamiento. No obstante, es probable que el consumo incluido en estas categorías se haya visto favorecido por la aceleración de la inflación debido a que, sin opciones de resguardo de valor, los hogares se encuentran motivados a gastar apresuradamente sus ingresos antes que se deterioren.

Otras variables que contribuyen a este fenómeno son la incertidumbre cambiaria y las trabas a la importación que restringieron la oferta de productos de consumo durable elevando sus precios por encima de la inflación. También se suman las secuelas emocionales provocadas por la pandemia y el encierro que al igual que en el resto del mundo aún se sienten e impulsan a las familias a recuperar el tiempo perdido inclinándose por rubros de consumo más inmediatos.

Por el lado de la oferta, la asistencia a los lugares de trabajo muestra una expansión mensual desde marzo hasta mediados de mayo y una notoria disminución hacia fines de dicho mes, estancándose en junio. Los últimos datos disponibles de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL – Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social) convalidan este lento crecimiento para el Gran Rosario, con una tasa de expansión mensual del empleo privado registrado en empresas de 10 o más empleados de 0,2% promedio entre marzo y junio.

Cabe recordar que los datos de Google miden la concurrencia a lugares de trabajo, lo que comprende las modificaciones respecto a la combinación trabajo remoto/presencial de los ocupados.

Por lo tanto, una hipótesis podría ser una mayor inclinación por el home office a partir de mediados de mayo. No obstante, teniendo en cuenta la baja penetración del trabajo remoto en el Gran Rosario4 y sin un motivo específico para su implementación, probablemente no sea esta la causa de la caída. Por lo tanto, este indicador indirecto podría estar mostrando que la actividad económica se resiente a partir de junio. Más aún, en la segunda semana de julio se observa una disminución de la movilidad hacia las empresas.

Aunque esta menor movilidad se explique seguramente por las vacaciones de invierno, hacia el final de mes no parecería retornar al nivel previo a las vacaciones por lo que habrá que esperar los próximos datos para observar si los cambios en el mercado laboral se deben exclusivamente a factores estacionales o bien empiezan a incidir factores económicos que reforzarían la desaceleración registrada en la tendencia-ciclo de la facturación privada de la Ciudad en mayo.

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