Un nuevo paro general nacional contra el gobierno, encabezado por la CGT y con adhesión de las dos CTA, se llevó a cabo este jueves en la Argentina. Se trata del segundo de este tipo desde la asunción de Javier Milei, en medio de una tirante relación con la gestión libertaria por sus políticas de ajuste para dejar atrás el déficit. Y en Rosario se sintió.

La ciudad despertó diferente, sin colectivos y con algún que otro taxi dando vueltas. Sin embargo, se advertía movimiento vehicular y personas caminando. De a poco, con el paso de las horas, se evidenciaban bares y negocios abiertos a pesar de la medida, sobre todo en la zona céntrica. 

Muchas personas se movían en bicicleta este jueves de paro general. (Alan Monzón)

La enorme mayoría de los sindicatos pararon por 24 horas, ya que la medida de fuerza fue convocada por las tres centrales, por lo que se sintió fuerte en casi todos los sectores laborales, sin transporte ni atención en dependencias públicas. Solamente, hubo actividad en algunos locales comerciales

En la ciudad, desde la hora cero del jueves no salieron los colectivos. La UTA nacional comunicó su adhesión y disposición a cortar el servicio en forma total. Lo mismo se vio en la termina, con coches de media y larga distancia.

Desde la delegación local del gremio de choferes definieron acompañar la medida. En tanto que los peones de taxis, y los titulares nucleados en ATI y Catiltar pararon también, aunque algunos dueños de licencias salieron a trabajar.

Cabe destacar que, a diferencia de lo que pasó durante el primer paro general, donde hubo una gran manifestación en la zona del Monumento a la Bandera y por eso hubo una decisión de garantizar el transporte, en esta oportunidad gremios nacionales no realizaron movilizaciones como la huelga anterior, del 24 de enero.

Sin embargo, varios gremios como empleados de comercio, del correo, bancarios y de educación, se movilizaron por el centro. Los trabajadores mercantiles se manifestaron desde las 9 en Corrientes 450. 

“Acá no estamos discutiendo un día de ventas, estamos discutiendo un modelo de país”, señalaron.

Los carteles que anunciaban el 9M. (Alan Monzón)

El Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio le confirmó su adhesión a la huelga a la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni) y los empresarios recomendaron a los expendedores mantener una guardia mínima a fin de garantizar la prestación de los servicios esenciales.

Desde Faeni explicaron que además de las guardias mínimas, se prestaban servicios básicos y, excepcionalmente, asistían a "aquellos casos particulares en que se acredite estar sufriendo un perjuicio grave, cierto para su persona o la salud de sus familiares".

Los gremios que adhirieron al paro de la CGT

Además de los sindicatos nucleados en la Confederación General de los Trabajadores, se sumaron los de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), por lo que la medida de fuerza alcanzó un alto impacto en las distintas actividades.

En lo que respecta al sector estatal, tanto ATE como UPCN adhirieron a la protesta, por lo que la administración pública nacional y provincial permaneció cerrada. Lo mismo pasó con las dependencias municipales de Rosario, ya que el gremio también se plegó a la medida de fuerza.

Por el lado de Amsafé y Sadop, también confirmaron que no habría clases el jueves. La decisión fue s para acompañar la protesta nacional y en continuidad del plan de lucha lanzado esta semana en rechazo del ofrecimiento salarial de la provincia, que afectó también el dictado de clases este miércoles, día en el que también hubo paro de estatales, médicos y municipales.

El sector de la sanidad también adhirió al paro general, por lo que este jueves no funcionaron los centros de salud y sólo hubo guardias mínimas para urgencias en hospitales.

Estación de España y Santa Fe sin atención. (Alan Monzón)

El gremio de los judiciales también participó del paro, aunque se anunció la realización de audiencias en Tribunales. Lo mismo ocurrió con el Correo Argentino y con las oficinas de Aguas Santafesinas y de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

Por fuera del sector público, el paro general también tuvo su impacto en el sector privado. La adhesión de bancarios, empleados de comercio y gastronómicos hizo que la actividad comercial se viera restringida. Los bancos directamente no abrieron sus puertas, en tanto que los negocios, bares y restaurantes, al ser uno de los sectores de mayor informalidad, en algunos casos funcionaron con la atención de sus dueños y en otros casos lo hicieron con trabajadores que no están sindicalizados por no estar registrados.

La construcción y el sector industrial, en su mayoría, tampoco estuvieron activos este jueves porque tanto Uocra como UOM y Smata definieron adherir a la jornada de huelga. 

Por último, también se vio una reducción en la cantidad de camiones que actualmente circulan por la región trasladando la cosecha, ya que el sindicato de Camioneros también anunció su adhesión al paro por lo que los vehículos que transitaron fueron, sobre todo, los que conducen sus propios dueños.

Ollas populares

 

Desde la mañana de este jueves de paro general y hasta pasado el mediodía, se desarrollaron 44 ollas populares en la región. En Circunvalación y avenida Presidente Perón, la manifestación incluyó un corte de tránsito de parte de organizaciones sociales.

Desde la Corriente Clasista y Combativa (CCC), criticaron el gobierno de Javier Milei, destacaron la jornada de lucha para "visibilizar la Rosario del hambre” y aseguraron: “Es un parazo histórico, nos ha unido Milei porque viene por todo”.

Así lo sostuvo Eduardo Delmonte (CCC) en diálogo con El Tres, y consideró que el Gobierno se encamina contra los “derechos de los trabajadores”. “Viene la entrega de la Nación y la subordinación al imperialismo norteamericano”, lanzó.