El blooper sucedió en el Mundial de Natación que se está llevando a cabo en Rusia hasta el 9 de agosto durante la etapa de saltos ornamentales, según informó La Nación.

La protagonista es la clavadista australiana Maddison Keeney de 19 años, que en ese momento se encontraba cuarta y con posibilidad de acceder a una medalla. En busca de dicho objetivo la joven atleta optó por ejecutar un salto con dificultad 3,2 pero durante la ejecución le fallaron los cálculos y terminó con un clavado de cabeza como el de cualquier hijo de vecino en la pileta hogareña.

Por el error los jueces calificaron su pasada con un 0 rotundo, lo que la relegó al último lugar.