La verdad, la sacaron más que barata. Una lancha se subió arriba de otra y terminó sobre uno de los muelles de una guardería náutica.

Las dos lanchas estaban amarradas al muelle, una delante de la otra. La dueña de la de atrás arrancó el motor, sin darse cuenta que estaba acelerado y con la marcha adelante puesta. Por tanto, perdió el control de la embarcación, que se subió a la otra lancha y terminó sobre el muelle

Por suerte, el dueño de la lancha de adelante estuvo rápido de reflejos, esquivó la lancha y no hubo heridos.