Juan José se queda sin palabras a la hora de expresar su emoción y su agradecimiento. Luego de veinte años de sufrir problemas cardíacos, recibió un corazón de la familia de un donante y fue trasplantado con éxito en un instituto cardiovascular de bulevard Oroño al 400. Este jueves, a punto de recibir el alta, recibió a las cámaras de El Tres y compartió este conmovedor momento de su vida.

“Estoy exultante, esto es producto de un acto de amor, donar órganos es un acto de amor”, confesó este rosarino en diálogo con el periodista Pedro Levy en la sala número 5 de la unidad coronaria del instituto.

Juan José dijo que ahora va a tener “dos días de cumpleaños”. Y adelantó que ahora su tarea “va a ser trabajar cerca del Incucai”. Y aconsejó a todos que “no tengan miedo a ser donantes”.

El receptor del corazón le dedicó una frase cargada de emoción a la familia del donante: “Gracias, lo menos que puedo decir es gracias”, expresó en De 12 a 14 (El Tres). .

Juan José dijo que a pesar de sufrir insuficiencias cardíacas durante mucho tiempo siempre viajó, trabajó y trató de continuar con su vida normal. “Hasta que un día Dios dijo «hasta acá llegaste, tenés que cambiar». Y acá estoy, casi no me di cuenta de todo lo que pasó”.

“No hay nada en la vida que nos tenga que hacer bajar los brazos; no sirve de nada preocuparse, enojarse, ponerse triste, porque eso perjudica a todo tu entorno”, recomendó.

El protagonista de esta hiustoria con final feliz se mostró agradecido “al equipo profesional de primera, porque me he sentido en mi casa”. Y describió que a pesar de la ansiedad por ser dado de alta va a “extrañar estar ahí” y dijo que no me sentió atendido, sino “mimado”.

“Me sentí contenido al máximo; la contención de la familia y de los amigos fue fundamental, te das cuenta de la cantidad de gente que te quiere”, señaló.

La esposa de Juan José también se mostró muy conmovida y dijo que la persona que donó el corazón “ahora es un ángel”.

Por su parte, el doctor Juan Pablo Escalante, cardiólogo del instituto de calle Oroño, confió que es “una gran alegría y satisfacción que todo se haya desarrollado de la mejor forma” y que “el paciente está muy cerca de ser externado”.

En la operación hubo cerca de 40 personas involucradas, desde cirujanos, hasta kinesiólogos y nutricionistas.