En la actualidad, uno de los problemas que se nos presenta es la vida sedentaria, independientemente de la edad que se tenga, puesto que las obligaciones diarias no dejan demasiado tiempo para poder llevar a cabo la práctica de alguna actividad física o deporte.

Por lo tanto, se debe aprovechar cualquier situación cotidiana que nos permita estar más tiempo en movimiento, como subir escaleras, ir caminando al trabajo o a la escuela.

Los beneficios son innumerables, y como no existe una actividad física ideal, se considera ejercicio a aquel que va desde el deporte de competición hasta un simple paseo, ya que la actividad que se elija será adecuada dependiendo de la edad, el estado de salud, y la personalidad de cada uno. Araceli Di Fulvio, Profesora de Educación Física, con un Postítulo Universitario en la temática, amplió algunas cuestiones al respecto.

–¿En qué etapa de la vida conviene comenzar a practicar un deporte?

Si bien en el ámbito de la Educación Física existen las llamadas “fases sensibles”, en referencia a períodos particularmente favorables para la incorporación y el desarrollo de las cualidades físicas, considero que el inicio de la práctica de cualquier deporte tiene más que ver con las ganas de iniciarse que con la edad.

Lo importante, es que uno debe suponer que comenzar un deporte implica un compromiso mayor que comenzar una actividad física. Para lo primero, se requiere un esfuerzo superior por el progreso y tener ansias de resultados positivos, independientemente de que estos lleguen o no; como también es preciso dejar las individualidades de lado, para volcarse al trabajo grupal o con otros.

De acuerdo a estos puntos, y teniendo en cuenta otros aspectos del desarrollo psicomotriz, se puede decir que durante la primera infancia uno comienza a iniciarse en el deporte, pero trabajando su costado más lúdico, las formas jugadas, por lo cual no va a existir el deporte de manera pura. Para el resto, no hay restricciones.

–¿Por qué es importante realizar actividad física desde pequeños?

Desde el nacimiento, el movimiento es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo y el aprendizaje. Moviéndose, uno conoce y se reconoce. Moviéndose con otros, uno puede tomar dimensión del resto y de qué lugar ocupa en ese espacio compartido.

Durante los primeros años de vida la actividad física ayuda a desarrollar nuestras formas básicas de movimiento, y a incorporar patrones, que en el futuro podrán servir para la práctica deportiva, o para la ejecución eficaz de movimientos cotidianos.

–¿Se puede decir que una persona que hace deporte es más sana que aquella que no lo practica? ¿Por qué?

No creo que sea el “deporte” lo que marque la diferencia, sino la actividad física constante, y de moderada a intensa. Una persona que se mueve, pone en funcionamiento a todos sus órganos y sistemas, lo que hace suponer que estará más saludable, enérgica y vigorosa que una persona sedentaria. Los beneficios de la ejercitación física son innumerables, por lo cual es altamente recomendable.

Algunos de los beneficios son la prevención de enfermedades cordíacas, disminución de la grasa en la sangre y con el tiempo, las adiposidades corporales, el aumento de la capacidad aeróbica y la disminución de la frecuencia cardíaca (por lo que los quehaceres cotidianos resultarán menos forzosos), mantiene o mejora los niveles de fuerza, velocidad, flexibilidad, resistencia, y coordinación general. Y algo muy importante para nuestros días: ayuda a reducir el stress, liberar tensiones, combatir ansiedades y depresión, mejorar la autoestima, y  el descanso nocturno.

–Si un adulto quiere comenzar a practicar un deporte y nunca en su vida ha ejercitado, ¿puede empezar a hacerlo ahora? Si es así, ¿qué deberá tener en cuenta antes de comenzar?

No hay restricciones de edad para comenzar a realizar deportes o actividad física. Lo importante es estar aptos y para eso se recomiendan exámenes de rutina y un aval médico, que nos garantice salubridad. Luego, se sugiere trabajar progresivamente y siempre que se pueda, con un profesional idóneo que pueda guiarnos, cuidarnos y asesorarnos.