Tras el portazo de María Eugenia Bielsa a menos de una semana del cierre de listas, el peronismo se vio obligado a reacomodar sus fichas, y rápido. Finalmente, primó la unidad y lo que surgió como “una posibilidad” –según el diputado nacional y referente de La Cámpora, Marcos Cleri– terminó siendo realidad. Este viernes el rossista Leandro Busatto bajó su candidatura a la gobernación y ahora el Frente Justicialista para la Victoria lleva como únicos candidatos al rafaelino Omar Perotti y al baigorrense Alejandro Ramos. 

El Partido Justicialista era el único que sembraba dudas, el Frente Progresista Cívico y Social fue con las dos listas que ya se conocían, una con el socialista Miguel Lifschitz a la cabeza; la otra con el radical Mario Barletta. En el Frente Renovador, tampoco hubo sorpresas, quedaron enfrentados Eduardo Buzzi y Oscar “Cachi” Martínez por el espacio de Sergio Massa en la provincia. El PRO cerró, como se sabía, con el binomio Miguel del Sel-Jorge Boasso.

Ahora con Busatto fuera de la carrera a la Casa Gris –el santafesino dejó de lado la ambición por la jefatura de la provincia y en cambio buscará renovar su banca en la Cámara de Diputados como segundo detrás de Luis Rubeo–, Perotti y Ramos son los únicos nombres del Partido Justicialista para pelear la gobernación. Se desactivó así una interna que se veía venir brava.

Busatto justificó su movida de último momento en una conferencia de prensa en la capital provincial en la que habló de “privilegiar la unidad del peronismo”, una frase repetida por varios de sus dirigentes desde hace ya mucho tiempo pero que no tendría correlato en las listas a diputados provinciales. Hasta aquí hay tres opciones peronistas a la Legislatura, la que lidera Rubeo, actual presidente de la Cámara baja; otra que encabeza el concejal rosarino Héctor “Tigre” Cavallero; y la del Movimiento Evita con Gerardo Rico como primer candidato.