A cinco años de la sanción de la Ley 26.618 de matrimonio igualitario, Loreley Flores y Alejandra Butticé, pareja que fue entrevistada por el padre Ignacio Periés en vísperas de la navidad de 2013 y causó un gran debate, expresaron que actualmente se sienten “protegidas” junto con sus hijas y añadieron: “Nos paramos de otra manera en la calle”. Además, apuntaron que falta se implemente la Ley de Educación Sexual y se considere una normativa anti discriminatoria a nivel nacional además de la inserción laboral para trans.

En diálogo con De 12 a 14, Loreley comentó que decidieron casarse con Alejandra a modo de “símbolo” de lucha por igualdad de derechos. “Nuestra historia empezó hace cuatro años gracias a la lucha y al laburo. La determinación se basó en que ahora tenemos derechos que protegen a nosotras. Sabemos que el amor no está unido a los papeles sino al sentimiento. Un año después, tuvimos dos hijas, Martina y Francesca. Nos sentimos cubiertas, nos paramos de otra manera en la calle”, agregó.

Por su parte, Alejandra señaló que buscaba ser madre hacía muchos años pero no encontraba una pareja “adecuada”. “Hicimos tratamiento de fertilización y vinieron dos”, añadió.

“Las personas siempre estamos saliendo del closet. Siempre explicamos que somos homosexuales porque la sociedad considera por defecto que uno es heterosexual. Para nuestras hijas, por ejemplo, buscamos un jardín no heterosexista”, destacó Loreley.

Más allá de los cinco años de la sanción del matrimonio igualitario, Alejandra consideró que todavía falta más “visibilidad” y que “está bueno que se vean dos papás, dos mamás, o una mamá sola o un padre solo”.

El matrimonio manifestó que, si bien hubo avances en el reconocimiento de derechos, “es necesario que se implemente la Ley de Educación Sexual”. “Todos fuimos creados en una sociedad heteronormativas, hay que capacitar a los docentes también”, apuntó.

En relación al reconocimiento de la Iglesia al matrimonio igualitario y al colectivo, Alejandra comentó “se debería incluir un poco más a todo el mundo”. “El Estado debería separarse de la Iglesia para que las medidas no sean tomadas en base a un grupo mayoritario; debería ser laico”, aportó Loreley.

“Nos falta mucho como sociedad. Falta una ley antidiscrimnatoria a nivel nacional, una ley de trabajo para incluir a trans. En mi caso, por dar un ejemplo de falta de normativas, tuve licencia de paternidad por dos días”, finalizó.