La madre lactante debe prestar atención a su dieta, por su bebé y por ella misma. La razón no es solo la calidad de la leche materna que debe producir sino, también, mantenerse sana y fuerte para las exigencias de la crianza.

Durante la lactancia el organismo utiliza grandes cantidades de energía y nutrientes. Por esa razón, las madres deben tratar de consumir una amplia variedad de alimentos ricos en proteínas, calcio, hierro y vitaminas, de modo que su cuerpo pueda producir la leche materna y, al mismo tiempo, funcionar correctamente.

Si la mamá sigue una dieta variada, su leche variará de sabor, cosa que no ocurre con la leche de fórmula, y esto ayuda a la educación del gusto del bebé, aunque la educación del gusto del niño no empieza en la lactancia, sino antes, durante la vida intrauterina, cuando el niño, al tragar el líquido amniótico, empieza a familiarizarse con distintos sabores.

A continuación se enumeran algunos consejos de alimentación para las madres que amamanta tras el parto, referidos al equilibrio de la dieta, la importancia de incluir alimentos como frutos secos y grasas saludables, beber agua, evitar los contaminantes y las sustancias tóxicas y no obsesionarse con el peso y las calorías.

Meriendas

Se puede incluir para una merienda saludable: tostadas de pasas, bebidas lácteas, cereales con leche, yogurt, frutas, frutos secos y semillas, queso y verduras.

Líquidos

La mayoría de las mujeres siente mucha sed durante la lactancia, por ello deben beber abundante líquido, en especial agua. Lo aconsejable es dos litros y medio al día.

Proteínas

La leche materna tiene una gran cantidad de proteínas, así que pues la madre debe incluir mucho más este nutriente en su dieta diaria. Las fuentes adicionales de proteína pueden ser: pollo, pescado, carnes, huevos, yogurt, queso, semillas, frutos secos, legumbres, etc.

Calcio

Las madres que están dando de lactar necesitan 4 raciones de alimentos ricos en calcio cada día para fortalecer sus huesos. Por otra parte, el calcio es un compuesto importante de la leche materna. Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos, leche, yogurt, queso, etc. Si vas a escoger leche de soya debe estar enriquecida con la cantidad de calcio diaria requerida.

Hierro

El embarazo reduce el almacén ferroso del cuerpo. Por ello, durante la lactancia hay que restablecer los niveles de hierro mediante el consumo de alimentos ricos en dicho elemento, como carne de res, pescado, pollo, legumbres, frutos secos, nueces, cereales, panes integrales y vegetales de hojas verdes.

Vitaminas y ácido fólico

La lactancia materna también aumenta la necesidad de vitaminas y ácido fólico en el organismo:

Vitamina A: Espinaca, col rizada, coliflor, hojas de mostaza, calabaza, brócoli y zanahoria.
Vitamina C: Naranja, fresa, arándano, melón, piña, papaya, mango, tomate y papa.
Ácido fólico: Verduras de hoja verde tales como, espinaca, brócoli, coliflor y coles de Bruselas.