La grafología estudia la escritura de la persona con el fin de aprender más sobre la misma. La escritura, según los grafólogos, revela gran cantidad de información sobre el estado de las personas, permitiendo al especialista entrar en el subconsciente de la persona estudiada.

La escritura de cada uno refleja su individualidad, la complejidad del carácter y las experiencias que se han vivido. Cada persona tiene una forma de escribir total y absolutamente diferente y los grafólogos pueden detectar y evaluar los elementos clave de la personalidad de las personas estudiando su letra.

¿Para qué puede ser útil?

Según los expertos la grafología puede ser de gran utilidad para analizar las características de una persona. Nos puede ayudar a conocernos mejor. 

Algunos de los campos en los que son útiles las aplicaciones de la grafología son:

- Orientación profesional: ayudar a definir el camino profesional más adecuado.

- Descripción de la personalidad: apoyo para conocer más a fondo nuestra propia personalidad.

- Orientación y resolución de problemas familiares: puede ayudar a resolver problemas de relación entre padres e hijos o entre la pareja.

- Evaluaciones de compatibilidad de caracteres: para saber si los perfiles son adecuados, por ejemplo, para trabajar en equipo.

- Contratación de personal: elegir las personas más adecuadas para el puesto que se desea cubrir.

- Examen de documentos: para averiguar si los documentos son auténticos o han sido falsificados.

Somos tal como escribimos

Escribir es otra forma de gesticular, los gestos gráficos se dividen en ocho grupos:

Tamaño de la letra: un tamaño grande puede significar que la persona es extrovertida y que tienen una gran confianza en sí mismo. Un tamaño de letra pequeño significa que se es más introvertido, más pensador. Y sí la letra es delicada y pequeña a esta persona le resultará difícil establecer nuevas relaciones.

Forma: da pistas sobre el estilo de vida, gustos, originalidad en la forma de pensar, etc.

Presión que se ejerce: la presión nos puede indicar el grado de compromiso, la vitalidad, la firmeza, la enfermedad, etc.

Velocidad: pone de manifiesto el ritmo de los procesos intelectuales y de la actividad física.

Inclinación de las letras: la inclinación de las letras pone de manifiesto nuestros sentimientos. Una inclinación hacia la derecha puede indicar amabilidad, sensibilidad, discreción, pero también intención de manipular o de controlar. La inclinación hacia la izquierda muestra emoción y reserva.

Dirección de las líneas: muestra el estado de ánimo, humor, optimismo, pesimismo, flexibilidad, etc.

Cohesión entre las letras: nos habla de cómo se desarrollan los procesos mentales, si nos dejamos llevar por los instintos o somos analíticos. También sobre la extravagancia, falsedad o sinceridad.

Organización sobre el papel: nos da una idea de la capacidad de organización, claridad o confusión de ideas.

Diferencia entre el texto y la firma

Los especialistas en grafología diferencian claramente el análisis del texto del de la firma, pues el texto muestra la imagen social de la persona y la firma señala como la persona se siente interiormente. El conjunto de ambos análisis da una idea global de la persona.

Por ejemplo, si queremos interpretar el nivel de tristeza o melancolía que siente la persona, veremos que la dirección de las líneas del texto será descendente, pero si observamos que la firma es horizontal o incluso un poco ascendente, deduciremos que el nivel de tristeza solo es superficial o temporal. En cambio si observamos que la firma también es descendente, deduciremos que la cosa es más profunda.

También es importante observar todo el conjunto del escrito antes de emitir un juicio. Fuente: vidasanaweb.com.ar