El gobernador Miguel Lifschitz se reunió con el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, con quien firmó un convenio por el cual se le da un subsidio a la Iglesia para que la Fundación Padre Misericordioso compre un terreno donde actualmente la institución atiende a drogadependientes. Martín, en diálogo con Radio 2, explicó que esto permitirá ampliar de 10 a 30 la capacidad de internación en la institución.

El religioso celebró: “Mientras a más gente podamos llegar, mejor”. Pero a la vez, advirtió: “No vamos a solucionar nosotros todo esto”.

En ese sentido, celebró que el gobierno provincial “tomó nota” de la magnitud que tiene esta problemática.

“Que el problema se agrande nos invita a luchar con los medios humildes que tenemos. Hay que transmitirles a los jóvenes un ideal de vida. Que la vida puede vivirse bien sin depender de una sustancia. Todos tenemos que poner empeño porque salvamos vidas. Aunque sea una vida ya vale la pena el esfuerzo”, resaltó el obispo.

Además, señaló que la problemática tiene tres patas: “El tema narcotráfico, que es un problema muy grueso que el Estado tiene que afrontar con estrategias inteligentes; la prevención, que pasa por suscitar en los jóvenes un idea de vida atractiva que evite que caigan en estas esclavitudes; y la curación de quienes han caído víctimas de estas cosas”.