A un día de la noticia del brutal asesinato de Diego Sarjanovic, nuevo detalles sobre su rutina abonan la hipótesis de que el gerente gastronómico mantenía un vínculo fuerte con su presunta asesina. El director de Inteligencia de la Policía de Investigaciones (PDI), el comisario inspector Daniel Corbellini, indicó que hay testigos que aseguraron que Sarjanovic frecuentaba el departamento de Moreno y Urquiza donde fue hallado muerto este lunes. Las dos sospechosas del crimen, Virginia S. y su mamá, llegaban este martes a Rosario. Las habían arrestado este lunes en Córdoba.

“Hay algunos testimonios que refieren que (Sarjanovic) pasaba una vez por semana por (Moreno 511)”, apuntó Corbellini en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. Se trata del edificio donde el gerente fue encontrado muerto el lunes pasado. Su camioneta incluso estaba estacionada en una cochera a una cuadra del edificio y hasta el vecino del 5º “A” aseguró haber visto a alguien parecido a él entrar al 5º “B” con llave propia. 

El departamento –escasamente amueblado y poco frecuentado según los vecinos– era alquilado aparentemente por Virginia S. y, a la luz de estos nuevos testimonios, habría sido el lugar de encuentro de los supuestos amantes. El abogado de la familia, Fausto Yrure, había ya confirmado que entre ambos existía una relación de “más que amigos”.

Consultado sobre la violencia del ataque –la autopsia confirmó 64 heridas de arma blanca–, Corbellini no descartó que Sarjanovic haya ingerido “obligado o por voluntad propia algún calmante” que al momento de la agresión le impidió defenderse. Y es que, el gerente era un hombre alto, de espaldas anchas y Virginia –la principal sospechosa– una mujer de contextura pequeña.

Por otro lado, el comisario confirmó que aquel viernes, cuando Sarjanovic fue reportado desaparecido y los vecinos de Moreno 511 escucharon una fuerte discusión en el 5º “B”, Virginia prestó declaración ante la PDI para ayudar en su búsqueda. “Fue liberada entre las 22 y las 22.30”, detalló el comisario. El griterío en el departamento se escuchó apenas unas horas después. 

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Daniel Corbellini (Radio 2)