Los vecinos del laboratorio Apolo que esta madrugada se derrumbó tras la supuesta explosión de una de sus calderas –alcanzó también a dos viviendas contiguas– coinciden en que la planta funcionaba irregularmente al punto que esperaban que ocurriera una tragedia algún día. Una de estas situaciones tuvo lugar en diciembre pasado, según indicó Alejandra a Antes de Salir (El Tres).

En diálogo con el periodista Daniel Amoroso, la mujer señaló: “Sabemos que en diciembre hubo una explosión de un horno, una empleada se tuvo que tirar por la ventana”.

“Siempre hay dificultades. Hemos hecho denuncias porque perdía un regulador de gas pero acá se emparcha y se sigue funcionando”, apuntó.

Al tono de otras declaraciones obtenidas en el lugar, Alejandra sostuvo: “Todos denunciamos, pisos hundidos, paredes que se rajan, movimientos que se sienten siempre. Son cosas que no son comunes, y estamos cansados de denunciarlo”.