Padres de alumnos del colegio John Kennedy, ubicado en Grandoli y Gutiérrez, realizaron un reclamo hacia el Ministerio de Educación de Santa Fe por falta de garantías en las mínimas condiciones de seguridad para los chicos. La construcción del edificio está paralizada, sólo hay dos baños químicos y los propios maestros cuentan el peligro constante por la caída de mampostería.

Un grupo de padres preocupados por las condiciones edilicias del establecimiento educativo indicaron a De 12 a 14 que “de los 14 salones sólo funcionan 7 porque se caen”. “Desde el 2013 que hacemos el reclamo; tercer y cuarto grado tienen que dar clases juntos y amontonados porque se cae la mampostería”, agregó una mujer.

Además, indicaron que los casi 400 alumnos de la escuela tienen que hacer sus necesidades en dos baños químicos.

Una maestra contó que las obras edilicias estaban “a cargo de la Nación” pero que después de hacer el depósito del monto para los trabajos “dijeron que estaban finalizadas”. “Nos dijeron que ahora es responsabilidad de la provincia, que ellos mandaron los cuatro millones de pesos”, enfatizó.