El odontólogo Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por asesinar a su esposa, su suegra y sus dos hijas en 1992, deberá volver a prisión debido a que la convivencia con su actual pareja se tornó "peligrosa" y con "riesgo inminente", informaron fuentes judiciales.
La medida fue adoptada por el juez de La Plata a cargo de la causa, Raúl Dalto, quien consideró que Barreda no puede seguir viviendo con Berta André, en el departamento del barrio porteño de Belgrano, y aún no acreditó otro lugar donde residir. Será trasladado al penal de Gorina.
Barreda, de 79 años, fue sometido a peritajes psiquiátricos en el marco de las actuaciones iniciadas por los presuntos problemas de convivencia con su pareja y por pedido de la fiscal Beatríz Castellanos al juez Dalto, quien oficia en el caso como magistrado de Ejecución Penal.
Este mes Barreda se presentó ante los integrantes de la sala I de la Cámara Penal platense, integrada por Dalto y María Oyhamburu, para hablar de los conflictos conyugales que mantiene con André, quien también estuvo presente en la audiencia.
En esa oportunidad, los jueces le consultaron al odontólogo respecto de eventuales maltratos verbales para con su pareja, los cuales fueron incorporados en un informe del gabinete de psicología del Patronato de Liberados, que encaró un seguimiento de Barreda, tras la libertad condicional.
Fuentes judiciales indicaron que Barreda negó esos maltratos, tras lo cual fue consultado el psicólogo del odontólogo que resolvió su alta hace dos años, quien resaltó que "no hay motivos para pensar que Barreda sea un peligro para sí o para terceros".
Como consecuencia de estas divergencias conyugales, la situación de Barreda quedó complicada ya que si existía una denuncia por parte de André, podía perder la libertad condicional, dijeron las fuentes.
Barreda se encontraba en libertad condicional desde marzo de 2011, luego de ser condenado en 1995 a prisión perpetua por haber matado a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), en noviembre de 1992.
En mayo de 2008 Barreda salió de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata y beneficiado con prisión domiciliaria en el departamento de André, después que la mujer se comprometiera a ocuparse de él.
