Los Bomberos Zapadores de Rosario tienen una capacidad reducida de operaciones debido a que tienen autobombas que no pueden salir a la calle, otros vehículos con desperfectos mecánicos y deben asistir a las urgencias con unidades tipo hidrolavadoras. Hoy un incendio de mediana magnitud en la ciudad debe ser combatido con efectivos de los bomberos voluntarios y según la gravedad hay que recurrir a efectivos de localidades vecinas. También cuentan con equipamiento que debería ser renovado como cascos, guantes y botas. Los integrantes del cuerpo de Rosario en voz baja cuentan además que siguen peleando para que se les otorgue un plus salarial como el resto de las brigadas con personal que actúa en situaciones de emergencia, entre otras reivindicaciones.

Sin embargo, el jefe de Bomberos Zapadores, Andrés Lastorta, relativizó los déficits. "Estamos bastante completos", afirmó. 

El ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, de quien depende el servicio ya que Zapadores es una unidad de la policía rosarin. visitó el cuartel central de calle Córdoba al 2800 en febrero pasado y constató el mal estado de las instalaciones. Puso en marcha un plan de reparación del edificio central y de los cuarteles de los barrios.

Pero los bomberos están preocupados por los problemas que tienen cada vez que se desata un incendio en Rosario. Y dicen que no dan abasto con los recursos. Los destacamentos de la ciudad "funcionan a media máquina" y nos están "a la altura de la circunstancias", coinciden varios.

Según contó una calificada fuente de la institución, hay dos autobombas que se compraron usadas hace poco tiempo atrás con un subsidio estatal que no pueden salir a la calle porque no cuentan con seguro. Las autoridades creen que este problema burocrático debería resolverse en "los próximos días".

Hay otra autobomba que sólo se usa como salvamento porque la bomba está fuera de servicio. Y el verdadero camión de salvamento tuvo un accidente de tránsito y tampoco funciona. 

Hoy, los Zapadores cuentan con una autobomba de 3 mil litros de agua de capacidad, una cuba de 3400 litros y 4 vehículos de combate 500 que son camionetas denominadas "hidrolavadoras" de unos 1.500 litros. "Estos últimos rodados permiten intervenir en incendios menores, de casillas o pastizales", apuntó un oficial.

Los buzos tácticos para rescates acuáticas poseen un sólo gomón. En el verano han llegado a tener hasta cuatro búsquedas de personas desaparecidos en el río por semana. "Las lanchas y motos de agua que les secuestraron a la banda de Los Monos nos podrían venir muy bien para reforzar el servicio", planteó uno de los bomberos.

Otro contó que se hizo un pedido para renovar botas, guantes y cascos porque los que hoy tienen fueron comprados hace cinco años y han sufrido el lógico desgaste. "Los trajes están bien porque son bastante nuevos", agregó.

Los policías y técnicos que trabajan en la regional local vienen reclamando el pago de un plus salarial de 4 mil pesos que cobran efectivos afectados a situaciones de emergencia o en situaciones de peligro como la Policía de Investigaciones, Drogas o Explosivos.

El Cuerpo de Bomberos Zapadores de Rosario cuenta con unos 200 efectivos. Hay de 10 a 15 asignados por guardia en el cuartel central. Otros 7 u 8 en los cuarteles del sur, norte y noroeste de la ciudad. Y hay 30 afectados en la guardia del Aeropuerto Islas Malvinas.

Registra un promedio de 10 salidas diarias y debe cubrirlas con esa disposición de equipamientos y recursos humanos. Depende de la unidad regional de policía de Rosario y por lo tanto su presupuesto está ajustado a los números que maneja la fuerza.

Mientras tanto los Bomberos Voluntarios –que funcionan a la vuelta del Cuartel Central– cuentan con una infraestructura para combate de incendios mucho más eficiente que Zapadores porque, entre otras cosas, tienen un promedio de 3 salidas semanales. 

Por lo menos se están reparando los inmuebles de Zapadores. Había vidrios rotos, los techos tenían filtraciones y algunos destacamentos estaban en pésimas condiciones. Ya comenzaron los trabajos. Al fin, una buena.