Tras su paso por el juzgado de Claudio Bonadío, citada por la causa por el dólar futuro, la ex presidenta Cristina Fernández habló en un escenario dispuesto a las afueras de Tribunales frente a miles de militantes, ex funcionarios y legisladores que seguían sus palabras, también transmitidas en directo por los medios nacionales, casi como en cadena nacional. Tras cuatro meses de pocas y muy breves intervenciones públicas, la ex mandataria volvió a ser el centro de la escena política nacional y se puso a la cabeza de la oposición. Pidió formar "un frente ciudadano plural" donde el punto de unidad sea "la felicidad perdida". Arremetió contra el Poder Judicial, los grandes medios de comunicación y no escatimó en críticas contra el actual mandatario Mauricio Macri que en ese momento compartía en Salta un acto con el gobernador Juan Manuel Urtubey. La ex jefa del Estado habló por poco más de una hora y al principio se la vio muy emocionada por las demostraciones de cariño.

Sobre su situación judicial, aseguró que no tiene miedo y repitió, a grandes rasgos, el escrito que le había presentado a Bonadío más temprano, donde advierte que es blanco de una causa armada por un "un plan de ajuste" contra las conquistas sociales de su gobierno.

“Se pasaron buscando la ruta del dinero K y encontraron la ruta del dinero M”, lanzó la ex mandataria, recientemente imputada también en la causa por lavado de dinero que tiene a Lázaro Baéz como principal sospechoso y que fue popularizada por el programa Periodismo Para Todos (El Tres) justamente como "la ruta del dinero K". 

Se refería los Panamá Papers en los que está mencionado el propio Macri. "De repente aparece este escándalo internacional que no hace más que revelar lo que ya sabíamos pero que había sido ocultado por los medios de comunicación", señaló. "¿Se imaginan qué hubiera pasado si encontraban cuentas offshore a nombre mío?", planteó.

En tal sentido, sostuvo que Macri contó con la protección de los grandes medios y pidió, entonces, "no enojarse" con quien lo votó. "No se puede acusar a nadie de haberle creído", dijo. 

"Nunca vi tantas calamidades en solo 120 días", advirtió sobre las primeras semanas del nuevo gobierno y recordó que durante sus dos gestiones, los decretos de necesidad y urgencia presentados fueron los menos. 

"Siempre hemos enviado proyectos sumando derechos, no quitando", enfatizó y habló sobre la suba de precios, los tarifazos en servicios públicos indispensables", los despidos en el sector público y privado y cierta persecución ideológica. 

"No quiero que los argentinos tengan miedo, nunca lo tuvieron durante mi gestión –advirtió– Quiero que la gente vuelva a ser feliz, quiero que vuelva a tener libertad. No quiero que una dirigente social como Milagro Sala esté encarcelada sin que se sepa a ciencia cierta de qué se la acusa". 

"Les propongo conformar un gran frente ciudadano en el cual no se le pregunte a a nadie a quién votó, ni de qué partido es ni en qué sindicato está, sino que se le pregunte '¿cómo te está yendo, te está yendo mejor que antes o peor?", insistió.