El doctor Rafael Namias, becario posdoctoral del CONICET en el Centro Franco Argentino en Ciencias de la Información y de Sistemas (CIFASIS),  trabaja  junto a Silvia Lujan y Javier Toledo, médicos del Hospital de Emergencias Dr. Clemente Álvarez (HECA) de las áreas de Terapia Intensiva y Neurocirugía. para generar una herramienta que permita automatizar el análisis de imágenes tomográficas en traumatismo de cráneo.

El hospital de emergencias recibe gran cantidad de pacientes por accidentes de tránsito, varios de ellos con traumatismo de cráneo. Generalmente ante este cuadro se hace una tomografía que permite evaluar la gravedad del trauma en una escala de: leve, moderado y grave. “La idea es intentar sacar más información de la tomografía inicial para poder ayudar al médico a tomar decisiones”, afirma Namias, doctor en Informática. El becario explica que si bien se aplica una serie de pruebas para evaluar la respuesta neurológica del paciente a partir de la dilatación pupilar,  la respuesta al dolor y nivel de conciencia y esos resultados se suman al análisis que el médico hace de la tomografía, pueden existir algunos “grises” que dificultan el diagnóstico.

La herramienta de análisis que plantea Namias, bajo la dirección del doctor Pablo Granitto del CIFASIS, extraería información de la tomografía y la combinaría con otras variables clínicas para identificar patrones que ayuden clasificar un traumatismo como leve, moderado o grave. Esto permitiría hacer un diagnóstico más preciso y, por lo tanto, emplear un tratamiento más adecuado. Sin embargo, Namias aclara “la aplicación nunca va a reemplazar al médico, sólo busca ser un aporte que ellos puedan usar en el día a día para la toma de decisiones”.

Además de evaluar la gravedad del impacto, la herramienta podría medir cuestiones más específicas como el aumento de la presión intracraneal. Esto ocurre cuando, a raíz del traumatismo, se produce un edema que supone un incremento del volumen del cerebro. El órgano, al estar contenido por una estructura rígida como el cráneo, puede comenzar a compactarse. Para evitarlo, cuando ocurre un edema la cantidad de líquido cefalorraquídeo que rodea al cerebro disminuye para darle espacio para expandirse e intentar mantener la presión dentro del cráneo. Por esta razón,  Namias hipotetiza que analizando a través de la herramienta la disminución de la tasa de líquido cefalorraquídeo podría estimarse la evolución de la  presión intracraneal.

“Busco que lo que hago trascienda la publicación académica”, dice Namias al referirse a la herramienta y agrega “voy desarrollando técnicas y después intento englobarlas en una aplicación ‘amena’ para ser utilizada”. Este proyecto obtuvo el segundo premio en el Día de Ciencias que todos los años organiza el Hospital Dr. Clemente Álvarez.