En el marco de la investigación por la muerte de Franco Casco, ocurrida en Rosario, en 2014, Gendarmería nacional realizaba desde la madrugada de este lunes varios procedimientos en la ciudad, justo cuando vence el secreto de sumario de la causa. El ministro de Gobierno de la provincia, Pablo Farías –único funcionario que hasta momento se refirió al tema–, aseguró que desde el Estado santafesino no protegerán a ningún policía.

Los procedimientos fueron ordenados por el Juzgado Federal Nº 3 a cargo del juez Carlos Vera Barros y según fuentes de Gendarmería, más de 30 personas (entre ellas funcionarios policiales) están sospechadas por la muerte de Casco –detenido en la comisaría 7ª antes de ser hallado sin vida– y por el presunto encubrimiento del hecho.

“Nosotros no protegemos a los agentes de la fuerza cuando son investigados. Todo lo contrario. Y si se determina su responsabilidad, tendrán que afrontar esa responsabilidad, como cualquier otro agente del Estado o como cualquier otra persona”, afirmó Farías y agregó que el gobierno colabora con la Justicia y brinda la información y las pruebas que les son requeridas.

“Garantizamos que puedan ser investigados todos los agentes, cuando hay causas –como en este caso– que tienen una buena investigación y datos certeros”, aclaró en diálogo con la periodista Ivana Fux (Radio 2).

El funcionario añadió: “Las investigaciones las lleva adelante la justicia. Nosotros tomamos conocimiento a medida que se desarrollan las acciones ordenadas por la Justicia y no tenemos una intervención directa, más allá de aportar todas las pruebas que nos requieren y poner a disposición todos los agentes que se están investigando”.

A la consulta sobre si los procedimientos realizados desde este lunes podrían comprometer al actual jefe de Policía de la provincia, José Luis Amaya –quien al momento de la muerte de Casco se desempeñaba como jefe de la Unidad Regional II, con asiento en Rosario–, Farías respondió: “Entiendo que no. No conozco detalles de la causa”.

El jueves pasado, cuando el gobernador Miguel Lifschitz presidió el acto por el Día de la Policía, en la capital provincial, elogió de manera pública a Amaya y destacó que desde que él está al mando de la fuerza, la institución policial logró recuperar su verticalismo y su conducción. 

Si bien en 2014, cuando ocurrió la muerte de Franco Casco, era Antonio Bonfatti quien estaba al frente de la Gobernación de la provincia, sólo el ministro Farías se refirió a los procedimientos que involucran a policías, civiles y ex funcionarios santafesinos, mientras que el gobernador Lifschitz evitó hacer declaraciones sobre el tema.