La investigación por la desaparición y muerte de Paula Perassi sumó este lunes una prueba de cargo importante que complica a Gabriel Strumia, el principal apuntado por un caso que lleva cuatro años y medio abierto. En una rueda de reconocimiento que se realizó en los Tribunales de San Lorenzo, un testigo clave señaló al empresario de Puerto San Martín como el hombre que estuvo junto a Paula Perassi en un bar de Timbúes pocas horas de su desaparición, que fue el 18 de septiembre de 2011.

Se trata de un mozo del Viejo Bar, que presenció una reunión en la que -según relató- también estaba presente Antonio Díaz, chofer y mano derecha de Strumia. De acuerdo a la hipótesis judicial, el encuentro fue para convencer a Paula de que aborte el embarazo en curso, que era producto de una relación extramatrimonial con el empresario.

El mozo, en su declaración testimonial, siempre sostuvo que vio a Paula junto a un hombre "alto, grandote y de bigotes", lo que responde a las características del implicado. Por ello se realizó este lunes la rueda y el resultado fue "contundente", según confiaron fuentes judiciales.

El testigo no sólo señaló a Strumia inequívocamente, sino que además se percató de una maniobra: llegó a la rueda afeitado, sin el bigote que lo acompañó durante largos años.

La prueba colectada este lunes por la Justicia se hizo a pedido de los fiscales Donato Trotta y Román Moscetta y fue autorizada por el juez Juan José Tutau. 

Es sumamente trascendente para la investigación, ya que ubica a Strumia en un lugar clave y con las figuras centrales de la trama. Además, genera una severa contradicción para su coartada, ya que ante la Justicia siempre negó que haya existido ese encuentro en ese bar.

El aporte del testigo –cuya identidad se mantiene en reserva– incluye también al chofer del empresario, a quien tanto la fiscalía como la familia Perassi y los abogados que la patrocinan, Adrián Ruiz y José Ferrara, sostienen que es el eslabón que falta entre los procesados.

Perros utilizados para la búsqueda del cuerpo marcaron una concentración de rastros en el auto de Díaz, el que habría sido utilizado para trasladar el cuerpo la noche en la que Paula desapareció.

El reconocimiento positivo llega mientras el juez Juan José Tutau debe definir si ordena la detención de los ocho procesados, ya que día atrás la Corte Suprema de Justicia provincial revocó la resolución de Adolfo Prunotto Laborde, que los había liberado a todos.

Son el propio Strumia, empresario señalado como amante de Paula, y su esposa, Roxana Michl; Mirta Rusñinsky, la mujer que habría practicado el aborto en el que Perassi falleció; y los policías Aldo Gómez, María José Galtelli, Adolfo Puyol, Jorge Enrique Krenz y Ramón Godoy. 

A cuatro años y medio de la desaparición, y a pesar de la búsqueda del Equipo Argentino de Antropología Forense, el cuerpo nunca fue hallado.