"La gorrita dice El Mabu, ¿por qué?", le preguntó el periodista de Canal 13. "Por el más buscado", respondió él. Monchi Cantero se mostró desafiante ante las cámaras de Telenoche, en una nota que despertó definitivamente una búsqueda que era lenta y adormecida. La entrevista, emitida en enero de 2016, disparó una carrera que corrieron todos y que se adjudicó este lunes la Policía Federal Argentina.

Pasó tres años prófugo. Se fue de su barrio con su hermano de crianza Guille y con El Viejo, su padre adoptivo, el 31 de mayo de 2013. Después de la muerte del Pájaro, esa mañana cientos de policías coparon La Granada para buscar detenerlos y frenar la ola de ataques que olían a venganza por la muerte de Claudio Ariel Cantero.

Guille se entregó en la División Judiciales en junio de ese 2013 y a El Viejo Ariel lo capturaron en Rosario en mayo de 2015. Pero Monchi tuvo la audacia suficiente como para mantenerse en la clandestinidad. “Es evidente que la cobertura de él es grande; hay una cadena de complicidades que hace que Cantero no pueda ser detenido y me excede como jueza”, sostuvo este año Alejandra Rodenas, quien tiene a su cargo la causa que instruyó Juan Carlos Vienna.

"El más buscado no se rinde por nada", dijo en la entrevista. Y no lo hizo. Ni siquiera, cuando tiempo atrás una fiscal del Ministerio Público de la Acusasión dejó entrever ciertas garantías para su entrega en el marco de una causa por amenazas, originada por la famosa emisión de Canal 13 de Buenos Aires.

Dio tres entrevistas desde la clandestinidad. Las anteriores a la de Telenoche fueron al canal América el 4 de abril de 2014 y al periodista José Maggi en una radio local en noviembre de 2014. Tras la que le dio a Martín Ciccioli, peritaron su voz en el sistema SIBIOS de la PFA y confirmaron que se trataba de él.

“Acá en Rosario vos no podés vender ni cien gramos de droga si no arreglás con la Policía”, acusó. Razón para decir eso no le falta: está escuchado en la causa por asociación ilícita en contacto con distintos efectivos.

“Voy cambiando de lugares. Agradezco a la gente que me ha dado techo para dormir en todos estos años”, relató. Es que para estar prófugo cambió de autos, de compañía y de ciudades. Y se movió con el dinero suficiente como para mantenerse al margen de la ley.

Monchi siempre estuvo un paso antes. Entre 2013 y 2014 se fugó de allanamientos de la Policía Federal en barrio Las Delicias y de fuerzas provinciales en Villa La Lata, ambos de la zona sur de Rosario. En uno de los casos, los efectivos encontraron platos de comida servidos en un departamento en el que no había nadie. Como si se hubieran esfumado segundos antes.

Ya en este 2016, la búsqueda se centró en Capital Federal y hasta en un hotel de Mar del Plata, mismo lugar en el que ubicaron a Mariano Salamón. Pero ninguno de los dos estaba en la zona cuando llegó la Policía.

Tampoco pasó por una bajada náutica de Villa Gobernador Gálvez a mediados de abril, cuando agentes encubiertos habían rodeado la zona porque tenían por seguro que debía bajar de una lancha.

A medida que el cerco se cerraba, se fue alejando de su círculo. No son pocos los que señalan que en el último tiempo se mantuvo distanciado de su familia.

El último fin de semana su nombre sonó fuerte en Firmat, en el sur de Santa Fe. Sea cierto o no, este lunes ya estaba en Capital Federal, donde dos semanas atrás las TOE estuvieron a punto de capturarlo en una emboscada.

Es que la nota en Canal 13 ya había reactivado su captura en Interpol y había disparado nuevos oficios a la Policía provincial, la Policía de Investigaciones (PDI), la Brigada Operacional Delegación Tribunales (BODT), la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (DGPCA) y a fuerzas nacionales como la Policía Federal (PFA), Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, además de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Todas las fuerzas intensificaron la búsqueda con tareas "de calle" y, particularmente las santafesinas, cerraron filas detrás de un objetivo propuesto por las máximas autoridades de la provincia. Así, empezaron a jugar una "carrera" por adjudicarse la captura del Mabu.

En los últimos tres meses, la información que todos tenían es que más allá de ir y venir, se movía en Capital, "aguantado" por integrantes de la comunidad gitana.

Dijo tener causas por "siete homicidios", aunque resta saber cuántos le adjudica o no la Justicia santafesina, que inicialmente podría ubicarlo en el caso Demarre, en el ataque a la familia César y en la muerte de una nena de 14 años cuando envió a balear el frente de un búnker, según revelan escuchas telefónicas. Además, será indagado por asociación ilícita e imputado por amenazas.

Así, no bien sea trasladado a Rosario irá a Tribunales para empezar su defensa. “Voy a dar la batalla de mi vida en el juicio... la batalla de un prófugo contra los corruptos”, expresó y agregó: “Yo no me hago cargo de nada, que la Justicia demuestre si soy culpable de algo". Algo de eso empieza recién ahora, tras su captura en el barrio porteño de Flores, tras una carrera que se adjudicaron agentes de la AFI y de la Policía Federal.