En las últimas horas, cayó una banda bonaerense ligada a secuestros virtuales que habría sido responsable del llamado extorsivo a Sandra Russo en el que una voz masculina aseguraba tener cautiva a la hija de la periodista de 6,7,8.
Según trascendió, la organización, integrada por cinco hombres y una mujer pertenecientes a la comunidad gitana, fue desarticulada tras una serie de operativos en Capital Federal, el Gran Buenos Aires y Mar del Plata.
Asimismo, fuentes policiales informaron que durante las investigaciones iniciadas en marzo se pudo establecer que la organización hacía por noche entre 100 y 150 llamadas para captar posibles víctimas, con un promedio de entre 5 y 10 efectivas.
Con el dinero obtenido ya habían logrado comprar unos 35 autos y camionetas de alta gama, joyas y relojes.
Los integrantes de la Policía Bonaerense que participaron en la investigación descubrieron durante la pesquisa que cada integrante de la banda tenía una función específica para concretar los secuestros virtuales.
Entre los apresados están el hombre que llamaba las víctimas, el negociador que lograba pactar el monto de dinero por la vida de la supuesta persona secuestrada, la "llorona", es decir la mujer o el hombre que fingía ser la persona cautiva, el cobrador del dinero y el chofer de la organización.
"La organización tenía una estructura en la que algunos de sus integrantes hacían la teatralización de la supuesta víctima secuestrada, tanto mujer como hombre, mientras lloraba", sostuvo en una conferencia de prensa el jefe de la policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin.
Y agregó: "La banda planeaba tener un call center con personas de la comunidad gitana para realizar las llamadas de los secuestros virtuales".
Se sospecha que la citada banda habría sido la responsable del secuestro virtual que protagonizó la periodista Sandra Russo el último 2 de julio.
La panelista del programa 6,7,8 recibió un llamado extorsivo en el que una voz masculina aseguraba tener a su hija secuestrada.
La también periodista de Página/12, llegó a pagar 50 mil dólares por el falso rescate.
