El compuesto, desarrollado por científicos de las facultades de Ciencias Exactas y Naturales y de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)  con sustancias derivadas de plantas, ya está patentado en la Argentina y en los Estados Unidos y fue licenciado por el Conicet a una empresa privada.

En el año 2000, hubo químicos que se pusieron a buscar compuestos de origen natural que pudieran contrarrestar virus e inflamaciones. Después de muchos intentos, errores y aciertos, y con un grupo interdisciplinario formado por químicos, bioquímicos y virólogos, desarrollaron el compuesto que puede actuar contra virus que afectan los ojos: el herpes I, que produce la queratitis, y el adenovirus que causa las conjuntivitis del verano. Por caso, las consultas por conjuntivitis virales aumentaron el 15% en los hospitales públicos, según informó el Ministerio de Salud bonaerense.

“Se trata de una molécula de síntesis”, contó a Clarín Laura Alché, investigadora independiente del Conicet y profesora del departamento de química biológica de la Facultad de Exactas de la UBA. “Buscamos una molécula que pudiera frenar las infecciones virales, pero sin producir efectos adversos. Y es lo que hace la molécula que desarrollamos. Actúa en una etapa temprana de la replicación de los virus y también modula la respuesta inflamatoria”, aclaró. Alejandro Berra, de la Facultad de Medicina de la UBA, resaltó que “no existe en el mercado mundial una terapia antiviral efectiva para conjuntivitis por adenovirus. En estos pacientes, se usan lágrimas artificiales y, en algunos casos, antibióticos tópicos o corticoides. Nuestra molécula podría disminuir la conjuntivitis y actuar como un corticoide que inhibe las manchas en la córnea. Pero sin producir los efectos colaterales de los corticoides, como el aumento de la presión intraocular y el aumento de la replicación viral”.

El compuesto es un tipo de “esteroide polioxigenado” y es derivado del estigmaterol, que es como el “colesterol” de muchas plantas, explicó Lydia Galagovsky, que forma parte del equipo integrado por Javier Ramírez y Flavia Michelini Carlos Bueno también colaboró.

El desarrollo fue reconocido con medalla de oro en el Concurso nacional de Innovaciones, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Por un acuerdo con el Conicet, la empresa Massone obtuvo la licencia y deberá hacer los ensayos clínicos en humanos para que el producto llegue a ser comercializado. “Es un desarrollo promisorio, con un potencial enorme”, sostuvo Alejandro Aguilar, ex presidente de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular y que no participó en el proyecto. “Ojalá pase los ensayos clínicos pertinentes, ya que no existe un tratamiento específico para conjuntivitis por adenovirus”.