La película de Cuarón parece ahora menos ficción: dos astronautas estadounidenses que forman parte de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI), salieron por tercera vez al espacio abierto en la madrugada de este domingo con el objetivo de preparar la EEI para recibir a nuevas naves pilotadas.

La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA) informó de la "caminata espacial" que los astronautas estadounidenses Barry Wilmore y Terry Virts realizaron con el fin de continuar los trabajos de preparación del complejo orbital para recibir nuevas naves pilotadas estadounidenses. La actividad duró aproximadamente 6 horas y 45 minutos.

Esta vez, Wilmore y Virts se dedicaron a la instalación de una serie de antenas y equipamiento de comunicaciones que permitirán a las tripulaciones futuras que despeguen de Florida en naves espaciales comerciales de EE.UU. acoplarse a la estación espacial. 

Los astronautas de la Estación Espacial se aventuraron el domingo al espacio exterior por tercera vez para completar un complicado trabajo de cableado. La labor, instalar casi 244 metros (800 pies) de cables en tres caminatas espaciales— es necesaria para el funcionamiento de nuevas cápsulas tripuladas de la Nasa.

Un par de puertos de acoplamiento llegarán más adelante este año a la estación, a los que seguirán las cápsulas, con astronautas a bordo, en 2017.

Los astronautas estadounidenses Terry Virts y Butch Wilmore ya habían instalado 111 metros en sus primeras dos caminatas, el 21 de febrero y el miércoles pasado.

La Nasa no realizó tantas caminatas consecutivas desde los días del transbordador y la cantidad de cables a instalar no tiene precedentes. Serán necesarias más caminatas una vez que los nuevos puertos de acoplamiento lleguen en junio.

"Buena suerte, muchachos", dijo la astronauta italiana Samantha Cristoforetti desde dentro de la estación cuando la caminata comenzó.

Antes de aprobar la caminata del domingo, los ingenieros dedicaron dos días a analizar una fuga de agua en el casco de Virts, ocurrida al final de la salida del miércoles.

Una pequeña cantidad de agua entró a su casco cuando entró al compartimiento hermético, que se estaba represurizando. Lo ingenieros concluyeron que el incidente fue resultado de la condensación, una circunstancia que se comprende bien y que ocurrió varias veces con el mismo traje espacial. Virts nunca estuvo en peligro, según la Nasa.

El traje de Wilmore funcionó perfectamente durante las dos primeras caminatas espaciales, pero el domingo un sensor de presión falló brevemente antes de salir al espacio exterior. El control de misión dijo a Wilmore que debía prestar más atención al funcionamiento del traje durante la caminata de siete horas.

Wilmore debe regresar a Tierra la próxima semana tras una misión de cinco meses y medio. Virts está a medio camino de su misión. La nave rusa Soyuz los llevó a ambos a la Estación Espacial y la Nasa pagó los gastos, que ascendieron a millones de dólares.