Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las infecciones nosocomiales ocurren en todo el mundo y afectan a los países desarrollados y a los carentes de recursos. Las infecciones contraídas en los establecimientos de atención de salud están entre las principales causas de muerte y de aumento de la morbilidad en pacientes hospitalizados.

Un estudio realizado por el organismo arroja que las infecciones nosocomiales más frecuentes son las de heridas quirúrgicas, las vías urinarias y las vías respiratorias inferiores; y que la máxima prevalencia de infecciones nosocomiales ocurre en unidades de cuidados intensivos y en pabellones quirúrgicos y ortopédicos de atención de enfermedades agudas.

La Argentina no es ajena a esta problemática, y si bien existe un trabajo proactivo a nivel nacional (a través del Programa Nacional de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias de Argentina -VIHDA-) y también, cada vez de manera más frecuente, en la política de gestión interna de cada institución; la realidad indica que todavía queda mucho camino por recorrer.

Con esta información fuimos a consultar a la doctora Mirta Castelli, médica infectóloga; quien está al frente del Vacunatorio de IPAM, Centro Médico, a quien le preguntábamos sobre la importancia del departamento de Vigilancia Epidemiológica y de la labor del médico especialista en infectología.

¿En la institución hospitalaria es relevante la labor del infectólogo?

Sí, así es. También debemos destacar la labor del microbiólogo, quien nos ayuda a identificar el tipo de flora que estamos teniendo, con qué está infectado el paciente. Ellos nos van avisando si la bacteria creció ante la sospecha; ya que si nosotros estamos usando un antibiótico de amplio espectro, ante la identificación que ellos hicieron podemos bajar a un antibiótico más específico; de este modos preservamos a los últimos antibióticos para cuando nos tengamos que enfrentar a cuadros que muestran alta resistencia.

El control de infecciones intrahospitalario trabaja interdisciplinariamente y con un programa de control de infecciones; programas que responden a protocolos consensuados internacionalmente. Protocolos dinámicos que se ajustan de acuerdo a las circunstancias de lo contrario estaríamos frente a algo básico; ya que ese dinamismo nos permite ajustar nuestros cambios a los cambios que va haciendo la flora; lo cual nos exige estar alerta y lo hacemos a través de lo que llamamos “Vigilancia Epidemiológica”.

Disponemos de pocos antibióticos y los laboratorios han retaceado la inversión en nuevas moléculas… hay que recurrir a lo que llamamos las terapias alternativas y las vacunas…

¿Cómo sería esto? ¿Puede explayarse?

Las vacunas están en pleno auge; tenemos, por ejemplo, salió la vacuna del meningocco serotipo B que nosotros no teníamos y que en Europa está desde el 2013. Teníamos la cuadrivalente que comenzó a incluirse en el calendario nacional a partir de Enero del 2017, para los que habían nacido en octubre de 2016 y cumplían tres meses. Luego de la primera dosis se les aplica a los dos meses otra dosis y una tercera de refuerzo a los 15 meses. A los chicos de once años se les coloca una sola dosis de la tetravalente y ahora sale la del Meningococo B que es el responsable de la mitad de las infecciones ocurridas en el país en los últimos dos años.

Aclaremos...

El meningococo es una bacteria muy agresiva que produce meningitis que es una enfermedad infecciosa que puede resultar en un desenlace grave. Se trasmite por la saliva de una persona que está colonizada y sin síntomas. El grupo de riesgo a infectarse es el de los niños menores de dos años y la mortalidad es del 10% y en un 20 a u 30% deja secuelas. Por eso comenzó la aplicación en los niños de la nueva vacuna de cuatro cepas y ahora se agregaría la quinta cepa que es el serotipo B; la que esperamos se incluya rápidamente en el Calendario Nacional de Vacunas

Como conclusión ante la falta de antibióticos disponemos de vacunas para prevenir las infecciones y otras medidas alternativas.

En los 90 se anunciaba ya la era post antibiótica. Y hoy estamos acercándonos a alternativas que pueden ayudarnos a hacer frente a las infecciones; sería importante que se incluya rápidamente la vacuna del meningococo B en el Calendario Nacional de Vacunas.

Mirta Castelli
Médica Infectóloga | Mat.: 7211
Coordinadora del Vacunatorio del Centro Médico IPAM