Las uñas encarnadas son un problema muy común. Se dice que hay uña encarnada cuando algún dedo del pie, generalmente el dedo gordo, presenta curvaturas o picos en su crecimiento. Si estas curvaturas o picos se entierran o no salen de la forma ordinaria pueden provocar mucho dolor, molestias al caminar e infecciones. Las personas con problemas vasculares, diabetes o entumecimiento deben tener especial cuidado para evitar este problema. 

El calzado estrecho y un cuidado inadecuado de los pies son las causas principales de que la uña acabe clavada en la piel que la rodea, provocando progresivamente una herida dolorosa que puede alterar la vida de la persona que lo sufre, pues le impedir caminar bien. 

El uso de determinados zapatos, como por ejemplo los tacos, favorece que el peso de la pisada se concentre en la parte delantera de la piel comprimiendo los dedos en la punta. Si, además, estos zapatos se estrechan en esta parte delantera el riesgo es mucho mayor porque hace que se compriman más los dedos y que la uña se aproxime mucho más a la parte blanda. 

Otro motivo por el que suele ocurrir es porque las uñas no están bien cortadas, por eso es muy importante conocer algunos trucos que te ayudarán a cuidarlas.

Mantener una correcta higiene y revisar que no haya curvaturas o picos en la uña

Los dedos de los pies pueden pasarnos desapercibidos o podemos llegar a creer que están bien limpios cuando no es así. Para evitar las uñas encarnadas es importante que siempre mantengamos las uñas limpias y que las revisemos constantemente para detectar cualquier anomalía en su estructura. En caso de que una uña haya sufrido un accidente y esté rota o astillada, es importante que la limemos y nos aseguremos de que quede en el mejor estado posible.

Si no es posible limar porque el problema afecta a la parte de la uña que está sobre la piel, debemos enfocarnos en mantener una correcta higiene y no presionarla.

Usar zapatos cómodos

La moda puede ser una gran aliado para la aparición de uñas encarnadas. Se ha vuelto muy común el uso de zapatos estrechos o apretados en la parte delantera. Aunque pueden lucir muy bien y ayudar a estilizar el pie, es importante que los dedos mantengan la movilidad y un espacio que permita la circulación del oxígeno.

Si no se puede evitar el uso de zapatos estrechos en la parte delantera, al menos se debe procurar que los dedos tengan por lo menos medio centímetro para su libre movimiento. También se debe revisar que la parte superior del zapato no haga presión sobre la uña, ya que esto podría ocasionar el encarnamiento de uñas.

Evitar los zapatos cerrados en la medida de lo posible

Una de las complicaciones de las uñas enterradas son las infecciones. Estas suelen darse por varias razones: falta de higiene en los dedos, falta de higiene en los zapatos y falta de oxigenación del pie. Por esta razón se debe procurar el uso de sandalias o zapatos abiertos en la parte de adelante siempre que sea posible. Además, el mismo par de zapatos no debe ser usado dos días seguidos cuando son cerrados o se han usado por varias horas.

Visitar al podólogo constantemente

El podólogo es el médico especializado en el cuidado y mantenimiento de los pies. Esto significa que él es la mejor opción para mantener los pies sanos y libres de uñas encarnadas y problemas similares. Si eres mujer y te gusta realizarte pedicures, lo recomendable es acudir con un podólogo que ofrezca este servicio. Por desgracia, los pedicuristas no siempre tienen los conocimientos apropiados para el correcto manejo de las uñas y pueden provocar uñas enterradas e infecciones.

Cortar las uñas sin dejar protuberancias

Aunque lo recomendable es que acudas con el podólogo para que él sea quien mantenga tus pies sanos y realice los cortes de uñas correctamente, tú puedes cortarlas. La recomendación es que lo hagas siguiendo la línea de la uña, sin recortar demasiado cerca de la piel y sin dejar picos o trozos que pueden enterrarse. Este procedimiento lo debes hacer con un cortauñas grande y con suficiente filo.

Aprender a evitar las uñas encarnadas

Evitar las uñas encarnadas y sus molestias es una tarea sencilla que solo requiere de una poca de atención y mucha higiene. Recuerda que si notas una pequeña molestia debes acudir con el podólogo para que revise la situación y la corrija lo antes posible.