La lluvia no se va y entre los muchos problemas que eso trae, uno es qué hacer con la ropa que se lava y no se seca.

Pero bueno, aunque no son ideales hay formas de hacerlo:

- El secador de verduras. El sistema es el mismo que cualquier centrifugado. Sirve para medias, bombachas y calzoncillos. Cuantas más vueltas, más resultados podrán obtenerse.

- Secador de pelo y ventilador. El secador es un clásico de invierno. El calor ayuda a acelerar el proceso de secado. En el caso del ventilador, el viento ayuda a acelerar el proceso de secado. No faltan quienes cuelgan la ropa de un ventilador de techo. Acaso sea demasiado.

-El frío extremo también es una alternativa. La ropa muy mojada, debe ser metida en una bolsa y luego, en el congelador. Se puede dejar algunas horas o toda la noche. Luego, con una plancha se le saca el frío y listo para usarla. Ojo con los tipos de telas o fibras porque pueden arruinarse.

-Vuelta y vuelta. El secreto más importante para que la ropa se seque es que podamos rotarla de manera continua para que sea siempre un lado distinto el que toma aire.

-Escurrido: Hay que colocar la prenda de ropa sobre una toalla grande extendida y hacer un rollo de forma que la toalla envuelva la prenda mojada. Después, retorcerla hasta exprimirla por completo. la humedad presente en una prenda será absorbida por la otra.