Mientras el debate sobre el descanso dominical en Rosario se encamina a una definición en el Concejo municipal, desde el empresariado volvieron a presionar con su postura. Sostienen que “comprar los domingos se transformó en una costumbre” en la ciudad y que cerrar comercios ese día tendrá “un impacto negativo” que será “lamentable” a mediano o largo plazo.

“No lo vamos a ver en el primero ni el segundo día, pero puede tener un impacto que puede ser lamentable en un futuro”, analizó en Radio 2 el presidente de la Federación Gremial del Comercio e Industria, Edgardo Moschitta.

“Cerrar un día de trabajo en el que se trabaja mucho es negativo para Rosario, y más en este momento donde los niveles de venta no son los mejores”, argumentó el dirigente en el programa A diario.

En ese sentido, Moschitta opinó que si no abren supermercados y shoppings –habría consenso para que cierren sólo los primeros– se producirá un efecto rebote en otros rubros. “Se corre el riesgo de afectar otras actividades como gastronomía, taxistas, espectáculos y otros servicios que van asociados con el flujo de gente que llega el fin de semana”, advirtió.

Finalmente, consideró: “Estamos en el siglo XXI, las cosas van cambiando. Comprar los domingos se transformó en una costumbre. Además, hicimos una encuesta que nos arrojó que el 80 por ciento de los consumidores prefiere que los domingos estén abiertos los comercios”.

La semana pasada, dirigentes empresarios acudieron al Concejo y realizaron un fuerte lobby contra la adhesión local a la ley provincial de descanso dominical, tema que se definiría la semana próxima en el cuerpo legislativo. Alertaron sobre la posibilidad de que se pierdan puestos de trabajo y de una merma en la rentabilidad.