La presidenta Cristina Kirchner votó este domingo en el colegio Nuestra Señora de Fátima, en Río Gallegos (Santa Cruz), y al salir del cuarto oscuro advirtió a los periodistas que no estaba allí para votar a ningún “pariente” sino a militantes. Se refería a su hijo, Máximo, que debuta como candidato a diputado nacional por Santa Cruz y a su cuñada, Alicia Kirchner que quiere dar el salto en octubre del Ministerio de Desarrollo a la gobernación santacruceña.

"Yo no vine a votar parientes, sino dirigentes y militantes", dijo Cristina al mediodía tras emitir su sufragio.

Y es que todos los ojos están puestos en el desempeño electoral de Máximo, que por primera vez se anima a las urnas como jefe de La Cámpora. Además, del resultado de este domingo depende en buena medida la consolidación de la candidatura de su tía.

El favorito en las encuestas sin embargo, es el diputado radical Eduardo Costa.

“Campaña sucia”

La presidenta afirmó por otra parte que “fue evidente” que, en el marco de la campaña hacia las Paso, “hubo una campaña sucia” y llamó a “superar esas prácticas”.

“Quedó tan evidente y grosero, a la vista de toda la sociedad, que hubo una campaña sucia”, aseveró la mandataria, aunque consideró “inédito” que se esté votando “en estas condiciones de paz y tranquilidad” después de doce años de gobierno.

De hecho, afirmó que la llena de “mucho orgullo y de mucha tranquilidad como militante” que las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de cara a las elecciones generales de octubre próximo se estén desarrollando “en estas condiciones de paz y tranquilidad, con las variables e índices sociales que nos marcan primeros en Latinoamérica”.

“Falta mucho por hacer pero tengo la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner y más”, subrayó Cristina.