Una cadena nacional un domingo a la mañana sonó sorpresiva. Lo cierto es que Cristina Kirchner encabezó un acto en la localidad santacruceña de El Calafate como parte de las actividades de la 138° edición de la fiesta de Aniversario del Bautismo del Lago Argentino y si bien no hizo una referencia concreta a la acusación de encubrimiento que, en base a la investigación del fallecido Alberto Nisman, le hizo el fiscal Pollicita en la causa Amia, aprovechó para dejar en claro que está dispuesta a soportar los ataques a su administración. En ese sentido, volvió a apuntar a los medios opositores como responsables de la embestida.

"Esto no es para blandos, por eso, cuando se asombraban de lo que hizo ese hombre desgarbado y flaco (por Néstor Kichner), y de los que aún se asombran de cómo aguanto todo lo que tengo que aguantar, les digo que aprendi acá en la Patagonia, con el viento, el frio, la nieve y el olvido", gritó Cristina al final de su discurso.

En el mismo sentido, la presidenta apuntó: "Quiero decirles a todos, con esta vela que me regaló mi querido padre (sacerdote) Lito, que también nosotros somos más importantes que los reflectores, que las cámaras y que lo que pueda decir un diario".

"Estas velas van a estar siempre encendidas en el corazón del pueblo y siempre va a haber un argentino que, cuando quieran avanzar sobre nuestros logros,volverá a encender la vela para que nunca más se apague la llama de la patria", concluyó.